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GENERAR ILUSIÓN Y CONFIANZA

Un balance positivo de Juan Carlos I y la abdicación como palanca de cambio

Con sus aciertos y errores, un reinado positivo para España. La visita de Estado de Enrique Peña Nieto, el último momento de brillo de Juan Carlos I, antesala de la necesaria regeneración.

Hechosdehoy / Juan Araluce Letamendía
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Cuando el 22 de noviembre de 1975 el entonces Príncipe de España Juan Carlos de Borbón fue proclamado Rey, asumiendo la Jefatura del Estado, la situación política de España no era menos complicada de lo que es ahora, y la incertidumbre sobre la evolución de los acontecimientos no era menor de la de hoy. Salíamos de un régimen de casi cuarenta años surgido de una guerra civil atroz, y nadie se aventuraba a predecir lo que podía pasar.

Al cabo de otros casi cuarenta años, y volviendo la vista atrás, creo sinceramente que el periodo trascurrido bajo el reinado de Juan Carlos I -con sus aciertos y errores- ha sido francamente positivo para España. Con el tiempo se han ido solucionando problemas difíciles que había al comienzo de la Transición y han ido apareciendo otros. Hay que hacer una excepción con el problema del terrorismo etarra y del radicalismo abertzale que, sin solución de continuidad, viene lastrando desde el régimen anterior la convivencia en paz y libertad en el País Vasco.

La Transición fue posible por la altura de miras y la capacidad de renuncia, en aras del bien común, de los responsables políticos de la época. Las Cortes franquistas se autoinmolaron (se hicieron el harakiri, se decía) para dar paso a unas elecciones libres. La izquierda -socialista y comunista- asumió la monarquía como forma de Estado y abandonó sus postulados más radicales. Los sindicatos dirigidos por Marcelino Camacho y Nicolás Redondo contribuyeron del mismo modo a hacer viable la convivencia política y social de los españoles.

A esta actitud generalizada de contribuir al empeño común hay que citar el ingrediente que le acompañaba: la creencia firme de que las cosas se podían cambiar pacíficamente y la ilusión de que entre todos podríamos construir un futuro mejor.
En este momento en el que se produce la abdicación del Rey y le próxima asunción de la Jefatura del Estado por el Príncipe Don Felipe, la situación del país es muy complicada y la evolución de los acontecimientos incierta, pero no es peor que la de hace 39 años. Si entonces fue posible salir adelante, ahora también lo es. Todo depende de la actitud que adoptemos los ciudadanos y de la responsabilidad y altura de miras de los que en estos momentos asumen la gestión de la cosa pública.

Los resultados de las recientes elecciones europeas han puesto en evidencia el desapego de la ciudadanía hacia las instituciones y la desconfianza hacia sus gobernantes. Es imposible pretender continuar como si nada hubiera pasado. La Corona, el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial están profundamente heridos. Esto no admite un parche más. La clase política no puede seguir encerrada en sí misma. Es necesario acabar de una vez con la corrupción. Hay que generar ilusión y confianza en nuestras propias posibilidades. O esto se regenera o se hunde.

El domingo pasado Victoria Prego ponía en boca del Rey las siguientes palabras dirigidas a propósito de su decisión de abdicar: “Ha llegado el momento de dar un impulso, porque lo que hagamos nosotros va a contribuir a la renovación de España en muchos aspectos. Si se renueva la cúpula se renovarán otras cosas después. Si nosotros damos el escopetazo… ayudaremos al país”. Ojalá la abdicación del Rey sea la chispa que haga reaccionar a los responsables públicos y recuperar la cordura -si alguna vez la han tenido- para darse cuenta de la necesidad de una profunda renovación. Creo que la estabilidad y la moderación que en su esencia lleva como valores intangibles la institución monárquica son muy convenientes en lo convulso de la situación actual.

Ojalá que la novedad y la juventud del próximo Rey Felipe VI añada la ilusión y el optimismo necesarios para afrontar con esperanza el futuro.


–  Juan Araluce Letamendía es Presidente del Consejo Editorial de Hechos de Hoy y de la alianza Media World.


–  Un total de cinco enmiendas a la totalidad han sido presentadas contra el proyecto de ley que hará efectiva -como informó Hechos de Hoy, la abdicación de Juan Carlos I por partidos que piden un referéndum sobre la monarquía en España. El proyecto de ley cuenta con una amplia mayoría de apoyos en el Congreso de los Diputados donde será debatido mientras se ha empezado a preparar el acto de proclamación del Príncipe de Asturias como Rey Felipe VI de España, con toda probabilidad, el 19 de junio.

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