Dice Isabel Díaz Ayuso que los españoles le debemos una por haber sacado a Pablo Iglesias del Gobierno de España. Y tiene razón. Pero yo creo que a quien realmente tenemos que estar agradecidos los españoles de bien es a Inés Arrimadas por haber tenido la brillante ocurrencia, junto a Iván Redondo según dicen, de presentar la moción de censura al Gobierno de Murcia. ¡Bendita moción de censura que ha desencadenado tan benéfico terremoto en el tablero político patrio!
El estado de alarma ha sido utilizado por el descerebrado que ocupa la Moncloa para hacer de su capa un sayo y perpetrar todo tipo de fechorías políticas con el apoyo de lo peor que se sienta en el Congreso de los Diputados.
Los ciudadanos llevamos más de un año padeciendo enfermedades y fallecimientos, reclusiones en los domicilios, pérdidas de trabajo y ruinas económicas, preocupaciones por el presente y por el futuro… La utilización de estos efectos de la pandemia por Pedro Sánchez ha tenido emocionalmente secuestrada a España. Daba la sensación de que la mayoría de los españoles sufrían el síndrome de Estocolmo y se notaba una resignada sumisión a la voluntad del conducator de la Moncloa.
El contubernio gubernamental y sus alianzas parlamentarias, unidos al fraccionamiento de la oposición, transmitían la sensación del lasciate ogni speranza, abandonad toda esperanza, nada se puede hacer… ¡Muy deprimente!
En 1998 se rompió el monopolio de la telefonía fija que había ejercido Telefónica durante 74 años al obtener Retevisión licencia para operar. Recuerdo que con este motivo se hizo un anuncio en televisión inspirado en La Cabina, el mediometraje que en 1972 realizó Antonio Mercero. En el anuncio, igual que en la película, aparecía José Luis López Vázquez encerrado en la cabina telefónica con cara de angustia y resignación. Pero de repente se oía un clic y la puerta de la cabina se abría. Mientras salía López Vázquez del encierro y empezaba a caminar respirando profundamente y mirando un paisaje sin límites, se oía una voz que decía. “En 1998 llega la libertad al mundo del teléfono…”
Esa sensación de libertad recobrada que transmitía el anuncio es la que sentí cuando Isabel Díaz Ayuso pegó un puñetazo en la mesa de la resignación política abriendo la oportunidad de que los madrileños nos expresáramos como nos diera la gana. Y por lo que parece son muchos los madrileños y españoles que se están uniendo a ese grito por la libertad.
El acto de Pinto
– Juan Araluce Letamendía es presidente del Consejo Editorial de Hechos de Hoy (part of MEDIA WORLD, la alianza de Periodismo de Calidad).