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Según Pedro Sánchez

Según Pedro Sánchez, el Partido Popular forzó al PSOE a pactar con EH Bildu. (Foto: 24h/RTVE)

MONCLOA SIN LÍMITES

Responsabilizar del pacto con Bildu al PP, la pirueta inaceptable de Sánchez

En Estados Unidos, "The Washington Post" y la CNN han abierto interrogantes sobre la salud mental del presidente Donald Trump. En España, el pacto secreto de Pedro Sánchez con Bildu hizo estallar a la cadena SER y "El País" (grupo Prisa).

Hechosdehoy / Juan Araluce Letamendía

Está siendo muy difícil sobrellevar la situación que desde hace ya casi tres meses estamos padeciendo.  Al principio no dábamos crédito a lo que estaba sucediendo: de la noche a la mañana, y sin previo aviso por parte de las autoridades españolas, nos encierran a todos en casa, a la mayoría nos quitan el trabajo y los ingresos, y las noticias que nos llegan -todas confusas y muy a menudo contradictorias- de muertes, contagios y falta de medios sanitarios, nos llenaron de angustia.

El 14 de marzo sale Pedro Sánchez en la televisión para anunciar el establecimiento del estado de alarma en todo el país a partir del día siguiente y durante quince días.  El presidente anuncia que el Gobierno de la nación asume todos los poderes y llama a la unión de todos los partidos para hacer frente a la gravedad de la situación. La opinión anterior que tenía sobre Sánchez era realmente muy mejorable, como muchas veces lo he expresado en estas mismas páginas, pero ese día me sentí identificado con la postura que asumió en su comparecencia televisiva y así lo hice saber en el chat familiar… ¡Ingenuo de mí! Ahora me doy cuenta de que, a causa de la situación y el futuro que se presagiaba, estaba indudablemente con las defensas psicológicas por los suelos.

Con el tiempo los seres humanos nos vamos adaptando a todas las situaciones (lo que los cursis llaman resiliencia) y ahora con el rearme ya de mis defensas psicológicas tengo que decir que me resulta extremadamente difícil hacer un análisis del comportamiento del presidente del gobierno español durante la pandemia sin caer en el insulto personal.  Se ha dicho de todo pero ahí están los datos para que cada uno saque las conclusiones que le dé la gana.

Ya vamos por cinco prórrogas del estado de alarma: la primera prórroga fue apoyada por 321 votos a favor, 28 abstenciones y ningún voto en contra.  Desde entonces el Gobierno ha ido perdiendo apoyos vertiginosamente, empezando por sus socios de la moción de censura, hasta llegar a la quinta prórroga en la que para asegurarse la continuidad no ha tenido inconveniente en pactar con Bildu engañando a todos, incluso a los miembros de su propio Gobierno.

Se ha vuelto a confirmar que este hombre no se para en barras con tal de satisfacer su patológica egolatría y ambición de poder.  La vileza de este último acuerdo ha encabritado a todo hijo de vecino: a sus contrincantes políticos, a sus aliados, a la patronal y a los sindicatos, a miembros de su partido y hasta de su mismo gobierno.  Cómo habrá sido el tema que hasta el grupo Prisa –El País y la SER– se le ha echado encima.

Al verse acorralado, hasta por muchos de los suyos, no se le ocurre otra cosa que a través primero de sus lacayos Montero y  Simancas y luego él mismo en su alocución televisiva, afirmar sin cortarse un pelo que la culpa de su acuerdo con Bildu ¡es del Partido Popular! Ahí lo tienes, para chulo Pedro El Guapo.

En fin… No quiero seguir porque, como he dicho al principio, es muy difícil seguir hablando de este individuo sin caer en el insulto, y tal como están las cosas lo único que me faltaba es dar con mis huesos en la cárcel, porque estos tíos son capaces de todo.

Prefiero creer con Agapito Maestre que el comportamiento de Sánchez se debe a un trastorno mental. “Los síntomas –escribía el otro día refiriéndose al presidente- están a la vista de todos: lenguajes y pensamientos desorganizados, dice una cosa y la contraria en la misma frase, delirios, mentiras sobre el pasado y el presente, alucinaciones, trastornos afectivos permanentes y, en fin, conductas y comportamientos sociales inadecuados por temor al rechazo, por ejemplo, no quitarse la sonrisa cínica ni por un momento, cuando habla de miles de muertos, o de millones de pequeños empresarios arruinados, o de millones de seres humanos que no han cobrado los ERTE, o de los millones que han perdido su puesto de trabajo, etcétera. Sánchez sigue sonriendo con cinismo, con ese terrible y odioso cinismo de quien se sabe poderoso, como si aquí no pasara nada. Si eso no es locura, por favor, que venga Dios y lo diga”.
 


 Juan Araluce Letamendía es presidente del Consejo Editorial de Hechos de Hoy (part of MEDIA WORLD, la alianza de Periodismo de Calidad).

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