Creo que lo más grave de la política llevada a cabo por el actual gobierno Sánchez-Iglesias es el empeño en dividir a los españoles, el empecinamiento de estos dos siniestros personajes en resucitar las dos Españas, como estratagema para mantenerse en el poder.

La inmensa mayoría de españoles apenas dejan oír su voz en esta situación tan excepcional que estamos viviendo. La suya es una España tranquila, laboriosa, educada, no militante, serena y silenciosa.  La misma gente que cantaba Jarcha en “Libertad sin ira” en momentos también de gran incertidumbre: “Sólo he visto gente que sufre y calla, dolor y miedo, gente que sólo desea su pan, su hembra y la fiesta en paz… gente muy obediente hasta en la cama, gente que tan sólo pide vivir su vida, sin más mentiras y en paz”.

Pero creo que en el pasado debate sobre la moción de censura algo cambió. Me da la sensación de que va a tener consecuencias de envergadura en el futuro panorama político español.  Dejando aparte otras consideraciones, quiero centrarme ahora en lo que oí de novedoso y positivo.

Esa España silenciosa y no partidista inesperadamente pudo oír en boca de Pablo Casado que:

“España vive la peor crisis de su democracia por culpa de la arrogancia e incompetencia de Sánchez”

Que es necesario “detener y revertir este verdadero trienio negro en el que el gobierno ha sumido a España”

Que hay que oponerse a “los que quieren vaciar la España centrada para convertirla en su campo de batalla particular”… a los que “prefieren sepultar el interés nacional bajo su propio interés”  Hay que decir  “no a esa anti política cainita, de izquierda o de derecha destinada a hacer que los españoles se odien y se teman”

Se afirmó que “una idea política tiene que crear un vínculo entre españoles, no una fractura”… y que “el colectivismo y el intervencionismo no se combaten con la demagogia y populismo, sino con libertad y tolerancia con cada persona, tenga el color de piel que tenga, rece al dios que rece, ame a la persona que ame, sueñe en la legua que sueñe”

“Creemos -se oyó- en una sociedad abierta y libre, que no espera que los políticos la obliguen a hacer lo que ellos quieren, sino que la ayuden a hacer lo que ella quiere”.

Pienso que muchos nos quedamos bastante ojipláticos al no estar acostumbrados a oír alto y claro en el hemiciclo lo que creo que piensan los ciudadanos con sentido común.  Son palabras que pueden hacer que esa gran mayoría de españoles cambien las cosas.

Ya lo dijo Jorge Bustos en El Mundo: “Quién nos iba a decir que este palentino de 39 años, demasiado decente para competir con alguien como Sánchez, haría de su bonhomía un arma temible”.
 

– Juan Araluce Letamendía es presidente del Consejo Editorial de Hechos de Hoy (part of MEDIA WORLD, la alianza de Periodismo de Calidad).