Avanzamos 2014 con mejores expectativas para buena parte de las magnitudes económicas y cerrando algunos dolorosos episodios del pasado, como es el caso de la reestructuración del sector financiero. Tras la venta de Catalunya Caixa a BBVA, el nacimiento de Abanca como nueva enseña de la muy deteriorada NovaGalicia Banco y especialmente la vuelta a los beneficios de Bankia, el sector da pasos firmes para su saneamiento aunque haya sido tras un dolorosísimo agujero para el bolsillo del contribuyente. Si a esto añadimos que la gran mayoría de los bancos, verán crecer de forma importante las ganancias, se puede afirmar que el sector financiero vuelve a tener buenas perspectivas.
¿Cómo es posible que los bancos ganen más dinero? A pesar del menor negocio esencialmente por el volumen de provisiones, destinan menos dinero a cubrir operaciones dudosas, pero también a márgenes mayores en productos financieros gracias a los topes en depósitos impuestos por el Banco de España y los desorbitados tipos que si se pagan por los préstamos, pero también por las comisiones. España es un país que comparado con los de nuestro entorno tiene comisiones muy caras y para servicios que en otros lugares son gratuitos.
Aunque se aplican en casi todos los productos, las derivadas por la cuenta corriente están entre las más “beneficiosas” para los bancos, casi todos tenemos alguna cuenta contratada y los conceptos susceptibles de cobros son muchos y variados:
Comisión de mantenimiento: su coste cubre aspectos como: custodia del dinero, mantenimiento de los registros necesarios para el funcionamiento de la cuenta, el derecho a ordenar cargos y abonos en la cuenta, emisión de documentos a los clientes (extractos, liquidaciones) y esencialmente el servicio de caja básico asociado a la cuenta, que en la mayor parte de las entidades, pero no en todas, incluye los ingresos y reintegros en efectivo o disposiciones mediante cheque, adeudos e ingresos que se derivan de las liquidaciones periódicas de la propia cuenta y la entrega de los medios por los que disponer dinero (cheque, libreta).
Comisión de administración: Esta se paga cuando la entidad presta servicios de cargo y abono adicionales a los cubiertos por la comisión de mantenimiento, tales como adeudos e ingresos por conceptos diferentes, por ejemplo los adeudos de recibos, los apuntes de transferencias ordenadas o recibidas, etc. Si la primera tiene un importe fijo que se cobra con una periodicidad aceptada en el contrato (mensual, trimestral, semestral o anual) en este caso suele ser variable y dependerá del número de operaciones (apuntes), existiendo en algunos casos tramos gratuitos.
Comisión por transferencia: Es una de las más importantes para muchos clientes, no sólo por el porcentaje que se paga, sino por la existencia de importes mínimos que hacen que el coste real de las mismas sea muy alto. Este coste es mucho mayor si se trata de transferencias al extranjero, especialmente si se realiza a países cuya divisa sea distinta al euro.
Reintegro de dinero en oficinas ajenas: Algunas entidades cobran una comisión cuando se presenta al cobro un cheque o se solicita un reintegro por caja en una oficina que no es en la que se encuentra abierta la cuenta, en concepto de gastos de comprobación de firma y la existencia de fondos. Hay que tener en cuenta que según la Ley Cambiaria y del Cheque, la única sucursal obligada al pago del cheque es la sucursal librada –la que figura como pagadora en el mismo- por lo que la entidad no tendría obligación legal de pagarle un cheque contra su cuenta o un reintegro contra su libreta. La respuesta más común suele ser ingresar el dinero en cuenta en lugar de cobrarlo, aunque en este caso estaría pagando la comisión por ingreso de cheque.
Mantenimiento de tarjetas y disposición de efectivo en cajero: Aunque se trate de otro producto está muy relacionado con la cuenta corriente. En primer lugar son muchas las entidades que han limitado a importes muy elevados poder sacar dinero directamente del banco lo que lleva a que el uso de la misma incluso se haya extendido a públicos como pensionistas no acostumbrados a la misma. Con ello, en muchas entidades nos cobran por tenerla, renovarla y por supuesto, también por su uso fuera de la red a la que está adherida el banco. Como ocurre con las transferencias, la existencia de comisiones mínimas dispara el coste.
A esto hay que añadir una práctica estipulada por algunas entidades y que lleva a sorpresas “desagradables”, cobrar por sacar dinero en cajeros del mismo banco pero considerados “desplazados” es decir fuera de la oficina (centros comerciales, estaciones de transporte,….). Por todo ello es fundamental antes de aceptar la operación estar muy atento a la información del coste que obligatoriamente nos proporcionará el cajero.
Comisión por descubierto: Además de intereses, estar en números rojos genera el pago de la comisión de descubierto que se aplica habitualmente sobre el mayor saldo en descubierto que la cuenta haya tenido durante el periodo de liquidación. En el caso de cuentas con consumidores, la aplicación de ambos conceptos, comisiones y tipo de interés, no puede dar lugar a una TAE que supere al 250% del interés legal del dinero.
Ante todo ello, la opción de contratar una cuenta sin comisiones es cómodo y supone un importante ahorro para la economía familiar.