Es un debate que avanza con fuerza en los Estados Unidos, y que tuvo el precedente de lo que sucedió en la Unión Soviética antes de su derrumbe político. También se asiste a este proceso en Corea del Norte y en la República Popular China, en el ala más dura del Partido Comunista Chino (PCCh).

Ken Follet, en su última novela y quizás la mejor, Never (sobre el hipotético escenario de una apocalíptica III Guerra Mundial), alertó especialmente sobre cómo el poder nuclear chino y coreano (sus misiles balísticos intercontinentales) están exclusivamente bajo el poder y las decisiones de sus líderes más envejecidos.

Las cúpulas políticas se resisten a dimitir y dejar sus puestos cuando empiezan a llegar a edades avanzadas. Se niegan a aplicar las lógicas de las grandes corporaciones en su alta dirección cuando una primera frontera es ya la de los 60 años.

Fue impresionante la forma en la que el líder de la minoría republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConell, de 81 años de edad, se convirtió en un fenómeno viral al quedar literalmente congelado, en una conferencia de prensa, durante medio minuto.

McConell fue auxiliado por otros senadores de su equipo. Lo ayudaron con respeto a retirarse del podio. Minutos después, volvió a la sala de prensa para atender a los medios.

Joe Biden, de 80 años de edad, pese a una salud delicada -que se nota en la rugidez de su espalda y la forma de hablar más lenta que la del momento de su jura como presidente de los Estados Unidos- está dispuesto a mantener su candidatura para las presidenciales de 2024.

Biden, en su actual mandato, tuvo sobre todo una aparatosa caída  al suelo en la ceremonia de graduación de la nueva promoción de la Academia de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, celebrada en Colorado. El presidente no sufrió heridas pero tuvo que ser ayudado al quedarse inmovilizado en el suelo,

Biden es el primer presidente octogenario en la historia de Estados Unidos y su edad ha sido utilizada sistemáticamente por sus rivales políticos para atacarle. El expresidente Donald Trump proyecta con frecuencia en sus actos de campaña vídeos con recopilaciones de tropiezos y lapsus de Biden. Trump tiene 76 años y en caso de volver a ser elegido en 2024 superaría a Biden como el presidente de mayor edad.

En la actualidad a McConell y Biden se les suman Donald Trump (77), Bernie Sanders (81), Nancy Pelosi (83), Dianne Feinstein (90) y Chuck Grassley (89).

El caso del líder republicano del Senado, Mitch McConnell, es más delicado por haber sufrido reveses duros de salud que han tratado de mantenerse con discreción. A principios de este año tuvo una conmoción cerebral después de caerse. También ha sufrido otras dos graves caídas este año.

La primera, conocida, en febrero, ocurrió en Finlandia cuando McConnell y una delegación estadounidense se reunieron con el presidente finlandés en Helsinki. Cuando salió de su automóvil en un día de nieve y caminó hacia su reunión con el presidente Sauli Niinistö tropezó y cayó a plomo.

Días antes, en el hotel Waldorf Astoria, en Washington, se golpeó la cabeza, sufrió una conmoción cerebral y tuvo varias costillas rotas. Tardó seis semanas en recuperarse antes de regresar al Senado. Ha tenido además muchos más episodios de tropiezos y caídas. Se mueve con cuidado y suele apoyarse en el hombro de alguno de sus colaboradoes al moverse o subir pequeños tramos de escaleras.

McConnell ya ha batió el récord de líder del partido en el Senado con más años en el cargo en la historia. Está listo para la reelección en 2026. Por el momento no ha dicho si se postulará nuevamente o tratará de permanecer como líder del Partido Republicano.

Pero las señales sobre su estado de salud ya son muy evidentes. Así como la fuerte corriente de opinón pública en Estados Unidos de tener líderes ágiles y renovados, una necesidad incluso para la propia reputación del país.