Yo siempre lo he dicho: bañar a un sobrino no es nada fácil si no tienes a mano unos patitos de goma. Entonces voy y compro los patitos de goma, pero de repente cuando los desenvuelvo veo que la patita de goma sólo tiene dos hijos, cuando en mis tiempos las patitas de goma tenían tres hijos de toda la vida. Y cometo el error de hacer la observación en voz alta: “¡Sólo tiene dos patitos! ¡Esto antes no pasaba!”. Mi sobrino, que es bastante espabilado, me pregunta: “¿Por qué la patita sólo tiene dos patitos de goma?”.
“Es una larga historia”, comienzo. “Ya sabes, la crisis, el bajón de la natalidad por falta de incentivos económicos, y también los obstáculos que se ponen a los patitos de países pobres a que vengan aquí, con el consiguiente problema de pensiones de patitos. Por otro lado, en otros países se esteriliza a las patitas para que no tengan patitos, o se les prohíbe tenerlos, cuando aquí necesitamos más patitos, porque queremos que las patitas de goma tengan tres malditos patitos, ¿entiendes? ¡Hacen falta más patitos! ¿Lo has entendido?”.
Mi sobrino se está dedicando a estrangular un patito, que es lo que le gusta, y, como hemos estado en el parque, me pregunta: “¿Y cisnes?”. “Hombre, cisnes, cisnes, ya sabes que hay cisnes negros, patitos feos que se convierten en cisnes, pero para la gente no son patitos, ellos quieren los patitos de goma amarillos de siempre, y con las pestañas pintadas. ¿Cuándo has oído tú de alguien que tenga cisnes, y menos negros, flotando en su bañera?”. Entonces mi sobrino replica: “Pues yo quiero un cisne negro porque no lo tiene nadie y es lo más chulo y lo llevaré al cole y ya verás como flota en el estanque de los patos y le llamaré El cisne carnívoro”.
“¿No prefieres un dinosaurio?”, le pregunto. “No sé”, responde, pensativo, y añade: “¿Con cuantos hijos vienen los dinosaurios?”. Como me parece que la cosa le ha obsesionado un poco, decido dar por zanjado el tema, y le digo: “Algunos dinosaurios mantienen el celibato, pequeño. Deciden no tener hijos, porque saben que cualquier bobo podría tener un hijo, pero que muy pocos serían capaces de educarlo bien.”
Mi sobrino me mira y dice: “¿Y por eso se extinguieron los dinosaurios?”. En esta tesitura, reconozco que ya no sé qué responder. Así que bajo a la tienda de chucherías y compro un Tyrannosaurus Rex. Espero que se coma a los patitos. Y sanseacabó.