Algunos constatan la idiotez masculina y otros la tontería femenina –y así andamos constatando, generando, fútiles hallazgos que salen anunciados en los diarios. Se conoce que el pan diario lo lleva los domingos el hombre, mientras a ella le toca hacerlo durante toda la semana. Constatan que no es cierto que las mujeres hablen más que los hombres callen, y ellas lo discuten en la pastelería. Dicen que ellos son los más débiles y ellas las más fuertes. Ni Arturo Pérez Reverte puede reafirmar tales cosas.

Así que de constatación en constatación, vamos pronto, en avión, hacia la simpleza absoluta de los géneros de conversación. Que si los hombres tal y las mujeres cual, que si esto o lo otro, que no hay igualdad donde haya sexo, que no hay caso concreto, sino estadísticas al completo, listas para consumir.

Deberían recordar que las mujeres estudiaban menos porque debían llevar la casa, y en nuestro pasado machista hay cosas que nos sobrepasan. Deberían constatar que un hombre cobra menos que una mujer, la mayor canallada que se ha dado en el mundo, un verdadero sujeto de lucha para quien nada escucha, esa sobrada de machos que se ríen en los despachos.

¿Las prefiere usted rubias? Pues se aguanta si salen tontas. Que en este mundo de tópicos hasta los hombres amables son desagradables cuando les tocan el pandero.

Usted no pasa la aspiradora, no quita el polvo, no cocina, y se permite pagar menos a la bestia de la que hablan los antiguos sacramentos. Entre los doce apóstoles no hay ni una sola fémina. Si el hombre domina será por su idiotez, y si la mujer lo aguanta será por su tontería, digo yo.

Sin embargo, algunos son más devotos de las vírgenes que de los santos. Y al santo se le adora por su peana. Aunque a las vírgenes las hagan parir por perpetuar su apellido.

Cuando una mujer es bella es que es boba, cuando un hombre lo es, maricón. Todo el mundo busca razón para hacer un chascarrillo y alegrarse el día en lugar de fumarse un pitillo. Pues sí, la idiotez masculina es algo palpable que ha hecho de la mujer una feminista insensata. No es que hayamos metido la pata sino es que ya la tenemos metida. Desde hace siglos domina la fuerza, y el varón es el más bruto.

Cultura señores, y compromiso. Con tiempo, se recogerá el fruto. El artículo de marras debería decir que el hombre cobra más porque es idiota, y he ahí la noticia. No me vengan con rubias, morenas, con minifaldas o con banderas rojigualdas. Que la cosa es mucho más seria que marear la perdiz con refranes. O con noticias sinsorgas.

Todos los seres humanos son iguales, aunque los hay más iguales que otros. En este caso está claro. Hasta que la mujer no cobre lo mismo que el hombre, nunca será igual a él. Sólo semejante.

– Enrique Mochales, escritor, poeta y pintor, 1964-2015. Hasta el final de este año estará junto a nuestros lectores. Es nuestro homenaje, el de sus compañeros de Redacción en el diario digital nativo español Hechos de Hoy, a una obra renovadora e inédita que acuñó como Articuento.