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LA MUERTE INESPERADA

De Malaysia Airlines en Ucrania a la catástrofe de Air Algérie en Malí

Julio de catástrofes en la aviación comercial con el derribo de un avión en Ucrania por un misil, el accidente en medio del tifón en Taiwan y la catástrofe en Malí por una tormenta en el Sahel. De nuevo, la muerte inesperada.

Hechosdehoy / Juan Araluce Letamendía
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Desconozco la razón pero esta época veraniega siempre la relaciono con grandes accidentes y percances de todo tipo: el accidente de Spanair en Barajas en agosto de 2008, el descarrilamiento del tren en Angrois la víspera de Santiago del año pasado, el derribo del avión de Malaysia Airlines en Ucrania el pasado día 17 y una semana después el accidente en el que se estrella un avión de Swiftair en Mali…

Los alrededores de los sitios donde se producen las catástrofes los asocio con personas vestidas con pantalones cortos y camisetas veraniegas tratando de salvarse de la tragedia o ayudando a otros a hacerlo; el calor casi siempre me ha acompañado en estancias y visitas en hospitales y servicios de urgencias… Es muy probable que solo sea una percepción que no sé por qué se ha quedado grabada en mi interior y que estadísticamente el verano no sea ni más ni menos catastrófico que cualquier otra estación del año.

A mí, por temperamento, las grandes desgracias no me llevan a exteriorizar muestras de dolor o tristeza, ni me inducen a acudir al lugar de los siniestros a poner flores, velas o mensajes de pesar y solidaridad. Pero cuando pasan estas cosas algo se me rompe dentro y luego tarda mucho en recomponerse. Un amigo mío me decía que a él le ocurría lo mismo: cuando le venía alguna desgracia se encerraba en sí mismo, se aislaba y como los perros se lamía en silencio las heridas.

Esta forma de ser tiene indirectamente una consecuencia beneficiosa: desde la percepción de cosas externas te lleva a la introspección para tratar de entender qué pasa. Me da la sensación de que en la sociedad actual, y me refiero sobre todo a la gente más joven, de los dos elementos orteguianos constitutivos del hombre -“Yo soy yo y mi circunstancia”- la que prima con creces es la circunstancia. Parece que el “yo” ha quedado reducido a un mero receptor de sensaciones. Es un yo pasivo, un yo, no ya abierto a lo otro que él, sino pura apertura al exterior. Es un yo reducido a ser “eso” que unifica las sensaciones que vienen de fuera, un yo desprovisto de reflexión. Es muy posible que el único conocimiento que mucha gente tiene de sí mismo sea lo que mi profesor Millán-Puelles llamaba “tautología inobjetiva”, un conocimiento de la mismidad de puro rebote, porque todo lo que me ocurre, todas las sensaciones que tengo las tengo que referir a un yo que haga de soporte; sería una “autoconciencia solo consectaria, esencialmente previa a la reflexión”.

Decía que esta forma psicológica de reacción, ante un hecho que a primera vista nos supera como es el dolor, la enfermedad… la muerte, en definitiva, tiene sus ventajas porque creo que es doblándose sobre uno mismo para mirar en el interior la única forma de tratar de entender lo que pasa. En la introspección, en soledad y en silencio, dejando actuar a la naturaleza humana sin interferencias externas, es donde empiezan a surgir las preguntas sobre el yo: quién soy, por qué estoy aquí, qué hago aquí, quién me ha traído, de dónde vengo, a dónde voy, quiénes son los demás, por qué ahora el amor y luego el odio, por qué ahora el placer y después el dolor, por qué la alegría, por qué la tristeza, por qué la muerte, después de la muerte qué…

Indagando sobre estas preguntas, la reflexión sobre nosotros mismos nos revelará un yo abierto a “lo otro que él”, desde una previa autoconciencia aparecerá un yo abierto al mundo, a los otros. Un yo que no se conforma con lo que aquí puede conocer y querer, un yo constreñido por los límites de su propia esencia pero que tiene ansias de conocer y querer todo, lo que le conducirá a descubrir el acceso a la Trascendencia como la manera de salir de la “angustia esencial” que le agobia.

En este acceso a la Trascendencia muchos hemos experimentado cómo entonces todo se comprende, todo tiene una explicación, todas las cosas forman parte de un engranaje que funciona y funciona bien, como dice la expresión francesa “tout se tient”.
 


Juan Araluce Letamendía es Presidente del Consejo Editorial de Hechos de Hoy y de la alianza Media World.

FAQ, las preguntas y las respuestas en Hechos de Hoy.

El mapa de la web de Hechos de Hoy para conocerlo mejor.

– Ver en Hechos de Hoy, Jordi Pujol, el icono de la democracia y el nacionalismo que se derrumba con estrépito.

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