El efecto multiplicador de las redes sociales, para lo bueno y para lo malo, está más que claro. En este ecosistema en el que conviven millones de usuarios, existe un pequeño grupo de gran interés por su potencial en la difusión y alcance de los mensajes, los influencers.
El concepto en sí no es nada nuevo y se lleva usando desde hace muchos años. Ejemplos hay muchos: una foto de una famosa con un determinado traje en una revista, de un futbolista con un coche de marca o incluso ver a un actor en una película usando un portátil o un teléfono.
Todos ellos han sido y son reclamos utilizados por las empresas más allá de la publicidad tradicional. El cambio está en el enorme alcance actual que existe en las redes sociales y una cierta democratización ya que mucha más gente puede llegar a ser influencer en algún determinado sector: deporte, moda, economía…
Twitter, a pesar del empuje de otras redes como Instagram es el paradigma más importante de red en la que sacar partido a los influencers. Identificarlos es sencillo, ya que acumulan seguidores e interacciones (compartiendo mensajes o realizando retuits) lo que les hace tener muy buena reputación. Gracias a todo ello, sus mensajes tienen un valor multiplicador:
– Nuestra marca consigue llegar fácil y rápidamente a miles de seguidores
– Aumenta la conversión, los influencers no sólo tienen una amplia comunidad que lee sus mensajes, también generan confianza. Una noticia, servicio o producto recomendado por uno de ellos lleva a un aumento de lecturas y compras de forma considerable.
– Menor rebote. A diferencia de otro tipo de campañas de Marketing los mensajes de los influencers tienen una mayor tasa de público de calidad que va más allá de entrar y salir de nuestra página, la visitan y están mucho más tiempo en ella conociendo productos y servicios.
¿Es fácil conseguir el apoyo del influencer?
El influencer sabe de este poder y que se ha convertido en una herramienta de difusión fundamental para las empresas y por supuesto, lo explota económicamente. Por ello, aunque en muchos casos se hable de una forma accesible y económica de llegar a miles de personas, esto es cada vez más complicado.
En una campaña en la que estuve colaborando hace un par de meses, una conocida actriz de televisión que es imagen de distintas marcas para público femenino nos pidió un mínimo 5.000 euros por un solo tuit, más de 35 euros por cada letra que escribiera.
La forma directa de acceder a ellos no es económica, la indirecta, que se interesen por lo que ofrecemos, requiere de trabajo y dedicación. Los influencers son cada vez más selectivos en sus mensajes. Desde luego, no todo lo que distribuyen en sus redes sociales es previo pago pero tampoco publicarán cualquier contenido o enlace.
Si queremos que el influencer se haga eco de nuestro producto o marca tenemos que ofrecerle un mensaje original, diferente, innovador… algo que no es sencillo y que requiere de un importante esfuerzo.
Por todo ello, para las pequeñas empresas el Marketing de influencers debe ser considerado como un añadido más a la estrategia de Social Media. Si queremos llegar a un influencer antes debemos haber construido una red social adecuada, con contenidos atractivos para todo el público. A partir de este punto se puede intentar captar un influencer.
Existen multitud de herramientas útiles como Klout en el que poder monitorizar las cuentas en redes sociales que consideremos interesantes. Es importante antes de transmitir el mensaje a las cuentas objetivo que analicemos como y a quien transmiten la información, que identifiquemos muy bien su público y su estrategia de comunicación para que no difiera de la nuestra. Si es así, podemos dirigirnos a los influencers, no de forma compulsiva y nunca olvidándonos del resto de nuestro público. Si lo consigues, se abre otra etapa también compleja, saber explotar el éxito.
No espere que repita asiduamente una recomendación por lo que debe aprovechar la misma. Una de las formas más importantes es convertir este éxito en un efecto más duradero, por ejemplo, llevándolo a un post en un blog. Y lo más importante, hacer que todos los usuarios nuevos que haya captado, estén satisfechos con la opción de haber decidido hacerse seguidores.
– Ver en Hechos de Hoy, Si su web no es responsive, Google le penalizará a partir del 21 de abril.