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Si, queda poco, pero aún nos esperan muchas semanas hasta que llegue el mejor momento de la temporada de pesca, tanto de la esquiva trucha como de lucios, basses y carpas que aún tienen que afrontar el enorme esfuerzo del desove. Pero hay una especie que anticipa el arranque de temporada unas semanas, la luchadora perca europea que encontramos especialmente en embalses del noreste de Europa.

 

Mequinenza se ha convertido en una de las cunas de la pesca en España. Sin debatir hoy, lo correcto o no de la introducción de especies invasoras como siluros o luciopercas, lo cierto es que con permiso de las grandes carpas es la cuna de la pesca de depredadores generando la visita de miles de pescadores, nacionales y extranjeros.

Entre los enormes depredadores hay uno que pasa desapercibido para algunos pescadores pero tiene un gran atractivo, la pesca de la perca europea.

 

Este pequeño pez tiene una lucha muy por encima de su tamaño y por su comportamiento nos permite disfrutar de grandes jornadas de pesca, con otra ventaja, que estas buenísimas salidas las podemos realizar desde finales de febrero y especialmente el mes de marzo, con lo que multiplica las opciones de los pescadores de depredadores.

 

La pesca de la perca europea permite una enorme variedad de técnicas y cebos, esencialmente en fondo, menos tiempo en aguas intermedias y esporádicamente incluso también en superficie. Pero en este prearranque de temporada sólo trabajaremos una superficie, el fondo.

 

 

La forma más práctica de pesca en estos meses  es usando pequeños cranks, y especialmente vinilos al estilo Texas. Su principal ventaja es que debido a la forma en que se ensarta el vinilo en el anzuelo se reducen muchísimo las posibilidades de engancharlo en algún obstáculo del fondo, donde trabajaremos y buscaremos las percas fluviatilis.

 

Los plomaremos esencialmente mediante un plomo de bala, siendo uno de los mejores montajes para prospectar los fondos con un vinilo que imite un cangrejo o una lombriz. Recojámosla con lentitud dando pequeños saltos en el fondo que atraigan el ataque de la perca europea.

En nuestra embarcación iremos sondeando pequeñas réculas y entrantes tranquilos donde lanzaremos nuestro vinilo plomeado, con una gran ventaja, si hemos conseguido picadas de alguna perca no será la única.

La perca europea es muy gregaria y se mueve en bandos, sola o incluso con otros peces, especialmente la lucioperca en estos meses –según avance la primavera la sustituirá como acompañante el black bass-. El tamaño no es muy grande pero la picada es muy impetuosa.

Pescar ejemplares de más de un kilo ya es todo un éxito y acercarse a los 2 kilos ya es algo extraordinario. Es mucho más frecuente, pescar ejemplares de más de medio kilo. El empleo de la sonda de pesca nos deparará muchas ventajas, gracias a su comportamiento gregario, podemos identificar claramente los grupos de percas y la profundidad donde se muevan.