En la Fundación Juan March se expone, desde el 6 de Octubre al 21 de Enero de 1918, la muestra que lleva el título William Morris y compañía: el movimiento Arts&Crafts en Gran Bretaña. Con la exquisitez que es habitual en esta Institución se abre una exposición dedicada al artista William Morris cuya crítica que se hace difícil dada la cantidad de obras de arte de toda índole que se enseñan en la no muy extensa sala del Museo.

No obstante está tan bien expuesta que da para relatar quien  fue William y su Compañía, de sus amigos del grupo de los Prerrafaelistas, además de exponer obras de coetáneos suyos como fueron el austriaco Gustav Klimt, el eximio galés de Glasgow, Mackintosh, o algunos modernitas españoles como Puig i Cadafalch, Joan Busquets llegando hasta el famoso arquitecto y decorador norteamericano Frank Lloyd Wright. De todos ellos hay obras expuestas.
 
La muestra es de una exquisitez inenarrable y por ello difícil de explicar con detalle preciso, en una crónica escrita. Así se presentan con prioridad numerosas telas, enmarcadas o no, cantidad de telas de una belleza increíble, que serían inspiración para muchas otras telas posteriores como las de la tienda Liberty en Londres, tapices, alfombras, cuadros, carteles, lámparas, joyas, porcelanas variadas, muchísimos libros, algunos de ellos con grabados incluidos, grabados enmarcados, vidrieras, telares, fotografías, bloques de madera para estampar tejidos, biombos y muchísimos muebles, muy bellos, que junto con las telas son lo más destacado e importante de la exhibición; hay algún mobiliario realmente precioso y las telas y tapices son según lo dicho bellísimos.

La exposición es fundamentalmente visual, muy visual, de una riqueza, colorido y hermosura exuberantes. Recomendable en todos los sentidos, en el artístico y en el plástico y decorativo. No sólo para un público amante del arte, sino que resulta imprescindible para arquitectos y para todos los profesionales que utilicen la decoración en sus trabajos.

También hay videos de la época en los que se muestra  a la sociedad industrial inglesa en el siglo XIX, la del reinado de la reina Victoria I de Inglaterra, y que aportan enseñanza histórico-social a la exhibición. En definitiva una exposición no sólo hermosa sino muy interesante socialmente.

Organizada en cuatro secciones
 
La exhibición está organizada en cuatro secciones cronológicas y temáticas con 300 obras de arte entre las anteriormente citadas. La Primera Sección De los orígenes a la Red house 1834-1860. La Segunda Sección, William Morris y Co 1861-1896. La Tercera Sección, El movimiento Arts & Crafts en Gran Bretaña 1887-1914. Por último, la Cuarta Sección, La difusión del movimento Arts & Crafts 1890-1914.

Según el interesante folleto dado por la Fundación March a los periodistas que asistimos a la inauguración, “William Morris (1934-1896) es una de las figuras más interesantes de las artes, las letras y la cultura británica de finales del siglo XIX. En vida, Morris fue conocido sobre todo como escritor, poeta, diseñador y fundador de la compañía Morris, Marshal, Faulkner & Co. A partir de 1875, Morris & Co, sería dedicada a las artes decorativas y a la decoración de interiores. Y también por ser el fundador y líder indiscutible del movimiento que hoy en día conocemos por el nombre, simple y compuesto a la vez de Arts and Crafts – las artes y los oficios artesanales-.

El movimiento Arts and Crafts surgió en torno a 1880 y se convirtió en la corriente dominante en la artesanía y el diseño británicos hasta aproximadamente 1914, aunque su influencia persistió en algunas zonas hasta bien entrado el siglo XX. El ideario del movimiento, basado en las ideas de William Morris acerca del proceso de trabajo, el diseño y la vida en general, no tardó en traspasar las fronteras de Gran Bretaña, extendiéndose por  Europa, Estados Unidos y el resto del mundo”.
 
En efecto, William Morris es un autor polifacético que se dedica a numerosas actividades artísticas y pertenece al grupo prerrafaelista casi desde sus inicios. Morris tiene gran importancia en Inglaterra porque revaloriza y da gran auge a las artes menores y a la artesanía, impulsando el movimiento Arts & Crafts de tanta trascendencia en el mundo anglosajón.

Además de pintor, Morris es escritor, en lírica y prosa, además de ilustrador de libros, ceramista y diseñador de telas y papeles. Estos últimos han llegado a tener enorme fama y difusión mundial, continuando todavía su fabricación en nuestra época. También trabaja Morris en la realización de vidrieras y en la decoración de interiores, efectuando la de su propia casa, la llamada Red House, que el arquitecto Philip Webb construye en 1859, en estilo rural inglés.
 
La Reina Ginebra o La Bella Isolda, 1857, es la única obra pictórica de Morris y representa el retrato de su esposa Jane Burden, la hermosa musa y modelo de Morris y Rossetti. Jane Burden, se muestra de cuerpo entero, en el interior de su dormitorio, en actitud soñadora y ensimismada; la estilizada figura ofrece cierto goticismo en la curvatura de su imagen, siguiendo los modelos de Vírgenes góticas medievales; es una obra ciertamente bella y atractiva en la que Morris continúa las huellas del prerrafaelista Rossetti, especialmente en lo que a la sofisticada tipología femenina se refiere".

"Las telas de las cortinas, sábanas de la cama y vestido de Isolda están tratados con profundos pliegues, resaltando sus calidades en las que predomina el color blanco; un arcón medieval, un libro de pergamino con ilustraciones góticas, un frutero con naranjas, un ánfora de vidrio y un atril, conforman un precioso bodegón en el interior del cuadro. Morris realiza la ilustración de los dibujos para los Cuentos de Canterbury, de Chaucer”.

Influencia de los prerrafaelistas
 
Los prerrafaelistas tienen gran importancia en la vida y el arte de William Morris. “El movimiento Prerrafaelista alumbra la segunda mitad de la centuria con luz propia, intensa, distintiva y magistral. Pese a su importancia, es una corriente cerrada y local que no tiene prolongación fuera de Inglaterra. Se plasma solamente en el género pictórico, pero con tal fuerza que la belleza de sus obras aún perdura en la quietud de los museos, emanando de sus lienzos en forma viva, indestructible y genial.

La pintura Prerrafaelista está envuelta en un aura de ensueño, trascendencia, lirismo y fantasía, que conduce a mundos imaginarios sacados de la literatura o de la leyenda, a singulares representaciones religiosas o espirituales, a paisajes misteriosos, intrincados y umbríos, o a bellezas ideales femeninas, enigmáticas y distantes, símbolos inalcanzables de una sugestiva y turbadora feminidad.

Es una pintura nostálgica, sutil, sentimental y melancólica, que evoca necesariamente músicas sentidas, como podrían ser las graves notas de los violines y violonchelos de las Variaciones Enigmas, del compositor inglés de la época, Edward Elgar”.  
 
“Los componentes del grupo Prerrafaelista son pintores que, además de las dotes artísticas, poseen una personalidad acusada, formando un conjunto coherente en sus aspiraciones, con unos objetivos comunes y unos ideales definidos. Suelen llevar una vida bohemia y excéntrica, de ahí que en ocasiones sus relaciones amorosas sean apasionadas y turbulentas, en las cuales no es infrecuente el enamoramiento de la mujer de otro compañero.

En 1846, John Everett Millais y William Holman Hunt, dos aventajados alumnos de la Royal Academy, de Londres, inician una fecunda y prometedora amistad. Se reúnen habitualmente en la casa de Millais y allí sostienen largas y profundas conversaciones artísticas y filosóficas. En el verano de 1848 se les une otro alumno de la Royal Academy, Dante Gabriel Rossetti. En  ese mismo año los tres forman una sociedad secreta llamada Pre-Raphaelite Brotherhood, o Hermandad Prerrafaelista, cuyo fin será el de renovar la pintura, con los fundamentos anteriormente expuestos de volver al pasado y pintar al modo primitivo italiano  – aunque no siempre lo consigan en la práctica -, reaccionando contra el arte inglés del momento, demasiado volcado hacia el género costumbrista y anecdótico.

En el año 1853 el Grupo se separa para unirse otra vez en 1857, permaneciendo Dante Gabriel Rossetti y entrando como nuevos componentes Edward Burne-Jones y William Morris. Los Prerrafaelistas cultivan los temas religiosos, profanos y mitológicos, y muy primordialmente los asuntos literarios – inspirados en Dante, Shakespeare, Chaucer, Tennyson, Keats, y en leyendas medievales alemanas o inglesas –, temas que llevan a los lienzos  con técnica naturalista y sentimiento romántico, tomando los modelos directamente de la vida y de la naturaleza”.
 
(Los textos entrecomillados están sacados de la Historia del Arte Universal de los siglos XIX y XX de Ana María Preckler, autora de este blog de Paseo por el arte).