¿Llegará un día Emiliano García-Page a liderar el Partido Socialista Obrero Español (PSOE)?. Definitivamente en la crisis cárnica, su figura emerge con fuerza en un partido dividido en la actualidad, bajo la gestión de Pedro Sánchez, en tres alas:
Primero. Los socialdemócratas, defensores de la Constitución de 1978 y de la Monarquía parlamentaria como forma de Estado en España -el ala, entre otros, de Felipe González y Javier Solana, exsecretario general de la OTAN-, el ala que más se identifica con el SPD alemán.
Segundo. Los sanchistas, defensores de la alianza con la extrema izquierda –partidaria del pacto con comunistas (Podemos) y antisistemas (Unidas Podemos)-, los leales a Pedro Sánchez y su estrategia política.
Tercero. Los frankentistas, el ala de los abiertamente secesionistas, partidarios de un referéndum sobre la independencia de Cataluña, y de una alianza estrecha con Bildu en el País Vasco y Esquerra Republicana en Cataluña. El ala republicana, partidaria de un referéndum en España sobre la forma de Estado.
En este marco, Emiliano García-Page ha sido rotundo en sus declaraciones a la cadena Onda Cero sobre la crisis cárnica desatada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, miembro en eñ Gobierno de coalición de PSOE con la extrema izquierda de Podemos y Unidas Podemos.
"Como tiene pocas competencias en el Ministerio, le interesa tener polémicas", señaló.
El presidente de Castilla-LaMancha sostuvo en el programa Más de uno que, con sus declaraciones, el ministro de Consumo ha afectado gravemente al sector ganadero. Le criticó además por "hacer demagogia" sobre este asunto.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, fue entrevistado anoche en El Intermedio de La Sexta donde manifestó que algunos líderes autonómicos como Emiliano Gacía-Page "lo atacaron con ferocidad" a pesar de que meses atrás "había aprobado una moratoria contra las macrogranjas".
Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha negó haber atacado "con ningún tipo de ferocidad" al ministro y sostuvo que "como tiene pocas competencias en el Ministerio, le interesa tener polémicas".
Entre sus tareas, el ministerio de Consumo tiene la competencia de velar por la salud y la calidad. Así, el presidente García-Page insistió en que "si el ministro de Consumo dice que es de mala calidad la carne española, primero lo tiene que demostrar y. segundo, lo tiene que corregir".
Además criticó que en este tema tan complejo "se está haciendo demagogia mezclando el daño animal y el asunto ambiental con el ataque a grandes lobbys cárnicos", Por ello, consideró que "hay que ser serio" para abrir este tipo de debates antes de atacar a todo un sector.