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LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA

De desaparecer fundidas en un gran horno a quedar fundidas con el paisaje

Un poco de Oscar Niemeyer, Santiago Calatrava y Norman Foster en las tapias del pequeño cementerio de Boadilla de Rioseco, que pretende rescatarse del anonimato a través del arte.

Hechosdehoy / Juan Carlos y Francisco Javier Melero
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Una nueva vida en los muros del pequeño cementerio de Boadilla de Rioseco. Un poco de Oscar Niemeyer, Santiago Calatrava y Norman Foster en las tapias de un despoblado pueblo en Tierra de Campos, en Palencia, que pretende rescatarse del anonimato a través del arte.

¿Qué relación pueden tener tres grandes arquitectos de talla mundial como son el brasileño Oscar Niemeyer, el español Santiago Calatrava y el inglés Norman Foster con el proyecto artístico de Boadilla de Rioseco, un despoblado pueblo de Tierra de Campos? Curiosamente los tres son poseedores, en tres décadas diferentes, del Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Niemeyer en 1989, Calatrava en 1999 y Foster en 2009.

La cosa parece dificil y casi imposible pero es mucho más sencillo de lo que cabría imaginar. Con algo de tiempo y el empeño de Juan Carlos Melero lo hemos conseguido. Hace unos años Juan Carlos se puso en contacto con los jefes de obra de las diferentes compañias constructoras que estaban levantando en España 3 grandes proyectos de dichos arquitectos.

A través de ellos se fue haciendo con parte de la herramienta utilizada en dichas obras, concretamente unos discos de diamante para corte, y discos abrasivos de diferentes tamaños que van desde los 30 cms hasta los 200 cms de diametro.

Desde agosto de este año 2014, y formando parte del proyecto Boadilla de Rioseco Arte bajo el título genérico de “Las vueltas que da la vida”, se han instalado en los exteriores de 3 de las tapias del camposanto casi un centenar de piezas que se utilizaron en las obras de estos arquitectos.

En Avilés levantó el complejo cultural Centro Niemeyer del brasileño Oscar Niemeyer y algunos de los discos fueron utilizados en el pulimentado del pavimento de hormigón blanco de la gran “plaza abierta”. El artista guatemalteco Alejandro Noriega, pintó con pintura acrílica 19 discos. Precisamente los que están situados en la pared/tapia orientada al este con el título de “Polvo estelar”.

En Valencia, una parte de los edificios de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias están firmados por el español Santiago Calatrava. El L’Hemisfèric es una de las construcciones de arte moderno más importantes y espectaculares del mundo, en el pulimentado de su enorme bóveda se utilizaron una parte de los discos más pequeños con los que Juan Carlos Melero ha “compuesto” en el gran pentagrama de la pared sur del cementerio el “Réquiem del Purgatorio”.

Y por último, en Madrid se erigió la Torre Repsol de 250 metros de altura. Se trata del edificio más alto de España. Los discos más grandes sirvieron para cortar el granito, el mármol y el hormigón del elegante edificio salido del estudio londinense de Sir Norman Foster. Con ellos Javier Melero ha creado la obra “Cuestión de tiempo”. Las enormes ruedas dentadas de acero son los engranajes de un gran reloj que va marcando el tiempo que nos queda para pasar a ocupar un espacio al otro lado de la valla. Más tarde o más temprano todo llegará, solo es cuestión de tiempo.

Estas grandes piezas de diferentes aleaciones de acero tenían un destino previsto antes de que Juan Carlos les echara el ojo y decidiera darles otra utilidad. Su destino final era ser llevadas a la chatarra para acabar engullidos y desaparecer fundidas en la colada de un gran horno. Ahora han quedado también fundidas, pero por suerte en el paisaje cambiante de estos horizontes infinitos que limitan nuestra Tierra de Campos.

Una nueva vida en los muros del pequeño cementerio de Boadilla de Rioseco. Unos muros centenarios que recobran algo de color en la nueva instalación “Las vueltas que da la vida”. Esperemos que “Polvo de estrellas”, “Réquiem del purgatorio” y “Cuestión de tiempo” sirvan de colorido homenaje a los que descansan dentro y para que lo disfruten los que pasen por fuera. ¡El pasado, el presente y, para los que vengan en el futuro!


Fotos: © FranjaMelero

FranjaMelero está compuesto por Francisco Javier Melero y Juan Carlos Melero. En 1981 se creó el grupo multidisciplinar Franja desde la revista La Luna de Madrid. En el año 2000 comenzó una nueva andadura desde el Centro I+D de la Estampa Digital en la Calcografía Nacional. Desde entonces más de 220 artistas de diversos países han recibido asesoramiento para crear, con las nuevas herramientas informáticas, obra gráfica.

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