El proyecto Arte contra el olvido en la localida de Boadilla de Rioseco (Palencia) es una iniciativa que comenzó en la primavera de 2010 y que sigue ampliándose poco a poco cada año. Este de 2024 será un año muy prolífico pues se van a añadir 8 obras nuevas a las 64 ya instaladas. Al proyecto se han unido otros tantos artistas nacionales y de otras nacionalidades. 99 obras de arte en 69 puntos del pueblo. Una galería de arte única en muchos kilómetros a la redonda.

A continuación unos pequeños apuntes de 8 de las obras de nuestra galería de arte. Le seguirán otras dos entregas de otras 8 obras cada una.

La memoria compartida
La primera obra. El viaje inicial. El hermanamiento

Es la primera intervención que hicimos. Allí están expuestas 300 imágenes de un trabajo que comencé hace ya casi 30 años cuando pisé por primera vez Santiago de las Misiones, un precioso pueblo en Paraguay. El 14 de septiembre de 1994, llegamos todo el tropel de la Ruta Quetzal, más de 400 estudiantes de muchos rincones del mundo capitaneados por Miguel de la Quadra Salcedo.

Apenas estuvimos 24 horas, pero al salir me prometí volver a ese precioso pueblo en otro momento. Dos años después volví, y me quedé dos meses. Entre tanto hermanamos Santiago y Boadilla, y una de las calles de Santiago lleva el nombre de Río Sequillo, y en el pueblo de mi madre pusimos el nombre del río más importante y que da nombre al país, Calle del Río Paraguay.
En los nueve viajes por aquellas tierras fui fotografiando a muchos de sus habitantes y observando con meticulosidad sus transformaciones faciales.

Antonio López en nuestra galería

Busto de Mari
Un sentido homenaje a María Moreno

Primera de las tres obras que el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1985) nos ha permitido exponer en nuestra singular galería de arte. Todo un lujo del que nuestro proyecto de rescatarnos del olvido saldrá mucho más reforzado.

Se trata del retrato de la pintora María Moreno, mujer de Antonio López, a quien conoció en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, cuando ella empezaba sus estudios y él estaba a punto de concluirlos. Realizó este busto el año en que se casaron. Es un retrato íntimo, donde puede observarse la intensidad con la que siente Antonio la escultura.

Original Busto de Mari. Antonio López, 1961-62. Bronce con pátina dorada 36,5 x 38 x 22,7 cm

Hombre tumbado
Una inmensa cama de adobe

No es ésta una figura inerte, es un hombre que está despierto, dispuesto para levantarse. Representa el comienzo de una acción, vemos la intención en sus brazos, torso y, sobre todo, en su rostro. Antonio López esculpe, igual que pinta, de un modo natural. Elige la escultura cuando desea acercarse a la realidad con plenitud, sin los límites del plano pictórico.

Hemos intentado conseguir un buen lecho para los seis metros de envergadura de Hombre tumbado. La pared de adobe y una estraordinaria puerta de madera como cabecero nos parece un buen catre donde quedar expuesta la obra del gran artista de Tomelloso.

Original Hombre tumbado. Antonio López, 2014. Bronce, 186 x 81 x 23 cm

Máscara para la noche
Antonio López en nuestra galería

Máscara para la noche nace del afecto por su nieta recién nacida, de la emoción que nos produce desde el primer día un ser tan cercano y querido. Esta máscara es parte del prototipo ampliado para una de las dos esculturas públicas de Antonio López ubicadas en el exterior de la estación de Atocha, en Madrid; dos cabezas monumentales en bronce que representan a la niña despierta y dormida, y que, alegóricamente, ha titulado El Día y La Noche.

Será en 2008 cuando culmine su primer encargo de escultura monumental pública en solitario, dos grandes cabezas en bronce de tres metros de altura, La Noche y El Día, que se encuentran junto a la estación de Atocha de Madrid.
Original Máscara para La noche. Antonio López, 2008, Poliuretano de alta densidad, 260 cm altura

Galgos y palomares
Antiguos anuncios de carreteras. Tardes de paseos en otoño. Willy y Nuca

En las antiguas carreteras que cruzaban los pueblos casi siempre a la entrada se podía ver un anuncio hecho en azulejos. Se veía una silueta de un hombre a caballo que anunciaba el Nitrato de Chile. Este es el motivo inspirador para el mural que hay a la entrada del pueblo, en la carretera de Villalón a Villada.

Los horizontes y los cielos infinitos invitan en cualquiera de las estaciones del año a dar largos paseos, solos o acompañados. Una gélida tarde del 3 de enero del año 1993, Tino Pérez y sus galgos, Willy y Nuca, salieron a dar una vuelta por el camino del cementerio. Aquel paseo quedó registrado en dos fotografías que son las que componen el mural en un lateral de las antiguas escuelas.

6.363 días más tarde (o lo que es lo mismo pasados más de 17 años) coincidimos allí los mismos protagonistas del mural. Han cambiado algunas cosas, sobre todo nosotros, pero también el horizonte donde ya no se recorta la silueta del palomar de la familia Casares ni las de los cuarteles de las eras. Ni que decir tiene que faltaron a la cita Willy y Nuca, los dos hermosos galgos castellanos.

Nueva nave nueve
Nuevos templos para nuevos tiempos. Lona en Carretera M-503

La nave de la Familia Carriedo luce como recién pintada. Alguien pensó que los muchachos de SR Soluciones Gráficas trabajaban con pinceles subidos en una grúa y no con modernas herramientas para fijar nuestra obra en la pared. Impreso en una lona microperforada hemos querido traer a nuestro pueblo parte del trabajo de la carretera M-503 de Boadilla del Monte en Madrid.

Ya tiene casi treinta años pero con este lavado de cara alguien pensará como nosotros. Que la Nueva Nave Nueve es un titulo muy adecuado. Quien pase por la carretera podrá pensar muchas cosas, que es la sede de una nueva empresa de I+D+I, o que es una nueva estrategia corporativa para engordar el ganado con ecológicos modales o que unos grafiteros han dejado muy bonita la nave de Simón…

Retablos exteriores
De la Real academia a las puertas tapiadas de la iglesia

Juan Carlos Melero estuvo al frente del recién creado departamento de estampa digital en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Por allí pasaron cientos de artistas a los que había que ayudar a crear obras con las nuevas herramientas digitales. También le tocó poner orden a un archivo de más de 40.000 estampas religiosas.

Con parte de aquellos disparos decidió crear las cuatro obras que decoran los tres nichos y la puerta del sur tapiados de esta enorme nave que es la iglesia de Santa María, una de las dos grandes iglesias del pueblo. Nuestro propósito es pedir que estos retablos, desde la calle, iluminen a los que creen para que entiendan mejor a los que crean.

Los niños y tu
Estación de Mirasierra en el Metro de Madrid

Aluminio cepillado y facetado. Dicho de otra manera: grandes siluetas en los silos de cereal de unos hijos y su madre impresas en grises y negros. La ausencia del color blanco deja ver el brillo y el reflejo del metal. Casi como un espejo. Dependiendo de la incidencia de la luz, en cada hora del día se da un color diferente. Recomendamos la visión de los silos en los atardeceres del verano.
En la década de los 60 el hombre con las naves Apollo inició una extraordinaria carrera para llegar a la luna. A nosotros siempre nos parecieron que cuatro de aquellas naves se estacionaron a la entrada del pueblo para siempre. Conocidos popularmente por “los silos”, estas cuatro naves fueron construidas a principios de los años setenta del siglo pasado. Sirve desde entonces para almacenar parte del grano que nace, crece y se cosecha en los campos de Boadilla. Millones de kilos de trigo o cebada destinados a la elaboración de piensos para el ganado, o pan para millones de personas.

Las vueltas que da la vida
Las tapias del cementerio. Pasado, presente y para los que entren en el futuro

Niemeyer, Calatrava y Foster. Fundidos en el paisaje.
Un poco de Oscar Niemeyer, Santiago Calatrava y Norman Foster en las tapias del pequeño cementerio de Boadilla de Rioseco.

Hace unos años Juan Carlos se puso en contacto con los jefes de obra de las diferentes compañias constructoras que estaban levantando en España 3 proyectos de dichos arquitectos. A través de ellos se hizo con parte de la herramienta utilizada en dichas obras, concretamente unos discos de diamante para corte y discos abrasivos de diferentes tamaños que van desde los 30 cms hasta los 200 cms de diametro.

Bajo el título genérico de Las vueltas que da la vida, se han instalado en los exteriores de 3 de las tapias del camposanto casi un centenar de piezas que se utilizaron en las obras de estos arquitectos.

– En Avilés se estaba levantando el complejo cultural Centro Niemeyer del brasileño Oscar Niemeyer. Con aquellos discos el artista guatemalteco Alejandro Noriega nos dejó pintados, a su paso por el pueblo, la obra “Polvo de estrellas” en la pared este del cementerio.

– En Valencia, una parte de los edificios de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias están firmados por el español Santiago Calatrava. Con una parte de aquellos discos más pequeños Juan Carlos Melero ha “compuesto” en el gran pentagrama de la pared sur del cementerio la obra titulada “Réquien del Purgatorio”.

– Y por último, en Madrid se erigió la Torre Repsol de 250 metros de altura de Sir Norman Foster. Con ellos Javier Melero ha creado la obra “Cuestión de tiempo”. Las enormes ruedas dentadas de acero son los engranajes de un imaginario reloj que va marcando el tiempo que nos queda para pasar a ocupar un espacio al otro lado de la valla. Más tarde o más temprano todo llegará, solo es cuestión de tiempo.

Estas grandes piezas de diferentes aleaciones de acero tenían un destino previsto antes de que Juan Carlos les echara el ojo y decidiera darles otra utilidad. Su destino final era ser llevadas a la chatarra para acabar engullidos y desaparecer fundidas en la colada de un gran horno. Ahora han quedado también fundidas, pero por suerte en el paisaje cambiante de estos horizontes infinitos que limitan nuestra Tierra de Campos.

Una nueva vida en los muros del  pequeño cementerio de Boadilla de Rioseco. Unos muros centenarios que recobran algo de vida en la nueva instalación “Las vueltas que da la vida”. Esperemos que “Polvo de estrellas”, “Réquiem del purgatorio” y “Cuestión de tiempo” sirvan de colorido homenaje a los que descansan dentro y para que lo disfruten los que pasen por fuera. ¡El pasado, el presente y, para los que vengan en el futuro!

Colada al sol
Desde la estación de Metro La Alsacia. Luis Gordillo

Con las 120 planchas de un gran mural que nos donó Luis Gordillo, se han realizado dos obras que están instaladas en ambos márgenes de la carretera conocida por los boadillanos como de las rondas. Más concretamente, nos encontramos en el punto kilométrico primero de una P 930 ya descatalogada.

En este margen, en el que se encuentra la era de Emiliano Pedro, se han ordenado fragmentos de aluminio muy desiguales en color y tamaño. Desde lejos ha quedado un enorme friso o franja sobre la pared de la gran nave. De cerca puede parecer un tendedero industrial con una atrevidísima colada de ropa de cama y mesa tendida al sol. Aquí es donde, cuando eramos pequeños, ayudábamos a nuestra abuela a tender su ropa en la era para blanquearla al sol.