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5.000 KM EN BICICLETA

Un brindis por el atardecer más impresionante de un viaje de cuatro meses

¡Al carajo la cena! ¡A la mierda todo! Ésta era la foto que había venido a hacer, y quería tomarla para que nunca se me olvide el lugar donde encontré una razón y cerré un círculo.

Hechosdehoy / Juan Carlos y Francisco Javier Melero
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El viaje, como ejercicio continuo de confianza en la intuición, es similar a la fotografía: no sabes por qué razón, pero sabes que esa escena que tienes delante te va a ofrecer una imagen y te preparas para pulsar el botón en cualquier momento para apoderarte del instante. Lo demás, en ese lapso, simplemente, no existe.

En ruta voy tomando los diferentes rumbos escuchando exclusivamente al corazón, sin saber muchas veces dónde me van a llevar, y no me importa si el camino me ofrece la sensación que persigo. Aquel día buscaba carreteras planas y poco transitadas que me permitieran desconectar de mí mismo pedaleando hacia un anochecer diferente.

A primera hora de la tarde llegué a Boadilla de Rioseco, un pueblo que la moda del neoruralismo, con su ansia de buscar parques temáticos sin preocuparle las consecuencias de su explotación, estaría encantado de incluir dentro de la “España vaciada”. El calor asfixiante del último infierno sahariano y más de 4.000 kilómetros me habían desgastado demasiado. Por eso, con la garganta seca, busqué un poco de vida en el único bar del pueblo antes de pasear sus calles lentamente sobre mi bicicleta.

He fotografiado muchos pueblos en mi vida, y estoy acostumbrado a vivir en escenarios devorados por el abandono y la maleza donde los muros desdentados y el peligro de derrumbe relata una agonía, así que me dejé llevar buscando más de ese alimento para engordar mi archivo aún sabiendo que aquí no lo iba a encontrar.


Boadilla de Rioseco es, gracias a la mentalidad emprendedora y creativa de alguno de sus habitantes, una galería de arte al aire libre sin vallas ni puertas que impidan la visita al forastero, está ahí para todos. De los muros de sus casas cuelga el trabajo de diferentes artistas de muchas partes diferentes del mundo, sus naves lucen murales que las hacen diferentes, su iglesia alberga imégenes sorprendentes que, a modo de frescos, sirven de plegaria para no caer en el olvido.


Ése es, precisamente, el lema del proyecto, “arte contra el olvido”, que viene a significar que nadie se atreva a meterlo en el saco del abandono y la dejadez. Sorprenderse con el arte desplegado en sus rincones es obligación para quien se deja caer por aquellos lares y dejarse empapar por ello en las horas finales de la tarde el placer por descubrir.

Terminada la visita al final de la tarde, busqué un lugar donde descansar. La vieja estación de tren me pareció un buen dormitorio, tranquilo y apartado. En sus muros se pueden leer, como en un telegrama, palabras que yo interpreté como respuesta a todo lo que me venía planteando desde el principio de este viaje.

Eran esos versos a la vez un acicate, un manifiesto, un consuelo, una confidencia con la que sin esperarlo, me sentí identificado. Delante de aquella pared de ladrillo estuve un largo rato reflexionando antes de tomar la fotografía por la cual había venido. Yo sólo quiero hacer lo que hago, con todas mis ganas, derrochando tanta ilusión como sudor, tiempo y paciencia.


He aceptado de buena gana la pérdida de las tres cosas que hay en la vida, he convertido en ello mi existencia y, alrededor de mis principios, he edificado un mundo que corre peligro de anquilosarse. No me falta trabajo, no me falta ilusión, ni empeño, ni determinación; sólo falta una puerta para el desahogo, encontrarla y abrirla para desembarcar la inmensa carga que atesoro.

Texto y fotos Nacho Luque para la Mirada Compartida. Boadilla de Rioseco, junio 2019
 


FranjaMelero está compuesto por Francisco Javier Melero Juan Carlos Melero. En 1981 se creó el grupo multidisciplinar Franja desde la revista La Luna de Madrid. En el año 2000 comenzó una nueva andadura desde el Centro I+D de la Estampa Digital en la Calcografía Nacional.

Desde entonces más de 220 artistas de diversos países han recibido asesoramiento para crear, con las nuevas herramientas informáticas, obra gráfica.
 

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