El presidente Joe Biden, en su primera alocución en horario de prime time al pueblo estadounidense del pasado jueves 11 de marzo, prometió que al 1 de mayo de este año estén vacunados contra la COVID-19 los ciudadanos norteamericanos de todas las edades.

El presidente hizo suya la meta de su administración de acelerar la vacunación sanitaria en los 50 estados y territorios de ultramar de la Unión Americana.  Reveló que la administración compró para reforzar la ofensiva de inoculación, 100 millones de dosis a la farmacéutica Johnson & Johnson, medicamento que solo necesita ser inyectado una sola vez, destacando la avanzada tecnología norteamericana en el desarrollo y cura de enfermedades infecciosas. 

Reconoció, no obstante, que cumplir la meta de vacunación exige la unidad y cooperación de todos los ciudadanos. En su discurso, obvió mencionar la ayuda norteamericana a países en desarrollo y de economías vulnerables. Según el epidemiólogo Anthony Fauci, considerado el experto número uno en enfermedades reumatológicas e infecciosas de Estados Unidos, estas entregas se producirían más adelante.

Ya Estados Unidos adelantó darles a dos países fronterizos México (1,5 millones de dosis) y Canadá (2,5 millones) de vacunas anti-COVID. Biden, captado por las imágenes de la televisión estadounidense, imploró vehemente para que los ciudadanos se unan para erradicar el mortal virus que ha causado a la fecha más de 29,6 millones de contagios y 537.000 fallecidos (según la Universidad de Johns Hopkins) a lo largo de todo el territorio continental. Se trata de una cifra superior los caídos en la Primera y Segunda Guerra Mundial, Vietnam, Afganistán, Irak y los ataques terroristas del 9/11/2001.

El presidente exhortó a celebrar con regocijo a sus connacionales el próximo 4 de julio, el 245 aniversario del Dia de la Independencia. En ese mismo discurso, celebró con júbilo la aprobación del Congreso del paquete de ayuda económica de 1,9 trillones de dólares para compensar las pérdidas sufridas por la caída de la economía que elevó la tasa de desocupación a un 14,7% en abril 2020 y 20,5 millones de empleos interrumpidos, cifras no vistas desde la Gran Depresión de la década de los 30.