La revista ¡Hola! adelantó al lunes su salida a los puntos de venta con motivo de su monográfico sobre la espectacular boda celebrada el pasado sábado en Windsor. El enlace entre el príncipe Harry con la actriz estadounidense Meghan Markle fue seguido por millones de espectadores en todo el mundo logrando audiencias espectaculares.
Ahora, ¡Hola! nos ofrece las fotos más espectaculares de la novia y su maravilloso traje con interminable cola de Clare Waight Keller, la primera directora artística de Givenchy, su diadema "prestada" y que fue de la reina Mary, su insólita entrada en solitario en la capilla de San Jorge…
A lo largo de 244 páginas, la revista muestra al detalle los trajes y sombreros que lucieron desde la reina Isabel II y Kate Middleton, la duquesa de Cornualles –Camila-, las primas de Harry –Beatriz y Eugenia-, o la madre de la novia, hasta las celebrities como Victoria Beckham o Amal Clooney.
Entre las fotos destaca una, en la que quizás se hayan fijado pocos. Es la del asiento vacío a la derecha del príncipe Guillermo. ¿Un homenaje a la fallecida Diana Spencer? No. El asiento del ausente Thomas Markle, padre de la novia? Tampoco. Fuentes bien informadas en estos asuntos aseguran que es mucho más simple. El asiento vacío permite a la reina Isabel II tener la vista despejada para ver todo lo que sucede frente a ella. También podría haberse sentado en la primera fila pero no. A ella le gusta el sitio en el que siempre se sienta y esa tradición, al igual que muchas otras, no se cambian ni en un día tan importante como la boda de uno de sus nietos más díscolos, el que más quebraderos de cabeza le ha dado.
Pero volviendo a ¡Hola!, la revista destaca lo que no se vio en televisión, como el lunch que se celebró en St George's Hall, en el castillo, al que acudieron 600 invitados. Hubo discurso del novio, conocido por su peculiar sentido del humor, en el que aseguró estar seguro que los invitados americanos no robarían las espadas del castillo. Habló en nombre de "Mi mujer y yo" y pidió al final que todos abandonaran el convite sin hacer ruido para no molestar a los vecinos.
Por la tarde, otro de los momentos más importantes del día, la fiesta privada en Frogmore House a la que acudieron 200 personas, en su mayoría amigos y familiares "jóvenes" de los nuevos duques de Sussex, el título con el que obsequió Isabel II a su nieto y esposa en el día de su boda.
Entre los amigos se encontraba el cantante Elton John que ofreció además algunas de sus canciones a los invitados después de que Harry preguntara en voz muy alta: "Hay alguien aquí que toque el piano?". Deportistas como David Beckham y su mujer Victoria o el polista argentino Nacho Figueras y la tenista Serena Williams. No faltaron tampoco algunos de los compañeros de Meghan en la serie Suits de la que formó parte durante siete temporadas.
Los novios llegaron a la fiesta en un Jaguar azul plateado del tipo de las primeras películas de James Bond. Fue el momento en el que Meghan lució su segundo vestido, absolutamente sexy de la diseñadora Stella McCartney, hija del exBeatle, Paul McCartney.
De la fiesta se sabe que no fue nada estirada, sino más bien un poco "loca", en la que se sirvieron unas hamburguesas más bien grasientas que hubieran horrorizado al príncipe Carlos- acompañadas de todo tipo de bebidas alcohólicas.
Y tras la fiesta, un nutrido grupo de invitados con ganas de más juerga, se desplazó a Londres al club "Chiltern Firehouse" para seguir bailando y brindando a la salud de Meghan y Harry. Los recién casados no les acompañaron.