Alemania se despide de su máximo futbolista, Franz Beckenbauer. El mundo del deporte llora a el “Kaiser” fallecido en paz, en su casa de Austria, el domingo, como comunicó este lunes su familia. Beckenbauer fue campeón del mundo como jugador en 1974 y como entrenador en 1990, y se proclamó campeón y ganador de la Copa de Europa con el FC Bayern.
La muerte de su hijo Stephan (46 años) en 2015 y los rumores sobre el Mundial de Alemania de 2006 le pasaron factura. Desde hace tiempo, su salud fue empeorado. Sufrió un infarto ocular que le dejó ciego de un ojo. En 2022 fue operado dos veces del corazón. Además, según el diario Bild, padecía Parkinson con demencia asociada. Beckenbauer sufrió mucho en los últimos tiempos, como comentó recientemente su hermano Walther.
Con motivo de su 75 años, Beckenbauer habló a fondo con la revista Bunte dando “gracias por la maravillosa vida que he vivido”. Además, declaró que como creyente y católico no temía a la muerte. “Según te haces mayor piensas más en la muerte que cuando eres joven, pero ¿para qué preocuparte por algo que sucederá sin que puedas evitarlo?”, comentó. Dijo rezar a diario y dar gracias por su vida. “Tenemos un alma que viene de alguna parte. Creo que en algún momento regresará a ese lugar”, concluyó.
Leyenda del fútbol mundial
Conocido como el “Kaiser”, Beckenbauer es considerado una de las leyendas mundiales del fútbol, por su éxitos con Alemania -una Eurocopa en 1972 y un Mundial en 1974, y una Copa del Mundo como seleccionador en 1990- y por sus trofeos a nivel de clubes, principalmente con el Bayern de Múnich, entidad con la que levantó cuatro Bundesligas, cuatro Copas de Alemania, tres Copas de Europa, una Intercontinental y una Recopa.
El defensa redefinió la posición de líbero en las décadas de 1960 y 1970 con su característico estilo y liderazgo, fundamental en los éxitos de Alemania durante su carrera. Beckenbauer fue 103 veces internacional, marcando 14 goles, entre 1965 y 1977, y en la Bundesliga disputó 424 partidos, con 44 goles.
Además, formó parte de la primera generación dorada del Bayern con el delantero Gerd Müller, el extremo Uli Hoeness, el defensa Paul Breitner y el portero Sepp Maier, con los que reinó en Europa. Además era poseedor de dos Balones de Oro (1972 y 1976).
En la recta final de su carrera, Beckenbauer jugó junto a la leyenda brasileña Pelé en el Cosmos de Nueva York, donde en 1983 colgó las botas después de un breve paso por el SV Hamburgo.
Un año más tarde se convirtió en seleccionador nacional y, tras perder la final del Mundial de 1986 contra la Argentina de Diego Armando Maradona, levantó la Copa del Mundo cuatro años más tarde venciendo precisamente a la Albiceleste.
Beckenbauer fue brevemente entrenador del Bayern en la década de 1990, presidente del club entre 1994 y 2009, y principal organizador del Mundial de Alemania 2006. Fue desapareciendo de la escena pública poco a poco, por su delicado estado de salud.
Lothar Matthäus, otra leyenda del fútbol alemán y gran amigo de Beckenbauer, aseguró al diario alemán Bild: “La conmoción es profunda, aunque sabía que Franz no se sentía bien. Su muerte es una pérdida para el fútbol y para Alemania en su conjunto. Fue uno de los más grandes como jugador y entrenador, pero también fuera del campo. Franz fue una personalidad destacada no sólo en el fútbol y gozó de reconocimiento mundial. Todos los que lo conocieron saben lo grande y generoso que era Franz. Nos dejó un buen amigo. Lo extrañaré, ¡todos lo extrañaremos!”