Pero el mundo de los smartphone tiene dos claros líderes: Apple y Microsoft y la dependencia de estos, que ya están diseñando sus propios automóviles, no parece gustar a los fabricantes de automóviles que buscan vías independientes. Toyota y Ford se alían para no tener esta dependencia.
De la guerra comercial de los años 80 a una alianza en nuevas tecnologías. Los dos grandes gigantes de la industria automovilística, con permiso de Europa, Japón y Estados Unidos se enfrentan a un futuro prometedor pero no exento de riesgos. Estos no son los fabricantes clásicos, sino nuevos operadores y nuevas tecnologías.
Por ello, que dos empresas insignia de cada uno de los mercados, Ford y Toyota, se hayan unido para el desarrollo de soluciones de “automóvil inteligente” se ha visto con cierta naturalidad en el sector. De hecho, no se descarta que otras empresas se unan o creen nuevas sinergias de cara de no depender de los grandes líderes tecnológicos, Apple y Google, que buscan aprovechar sus conocimientos tecnológicos para crear sus propios automóviles del futuro.
Por ello, que dos empresas insignia de cada uno de los mercados, Ford y Toyota, se hayan unido para el desarrollo de soluciones de “automóvil inteligente” se ha visto con cierta naturalidad en el sector. De hecho, no se descarta que otras empresas se unan o creen nuevas sinergias de cara de no depender de los grandes líderes tecnológicos, Apple y Google, que buscan aprovechar sus conocimientos tecnológicos para crear sus propios automóviles del futuro.
El pacto busca utilizar el sistema desarrollado por Ford llamado SmartDeviceLink o SDL que constituye una plataforma abierta para que otros fabricantes lo utilicen y hagan sus propias aportaciones. El SDL permite vincular las aplicaciones de los smartphones mediante botones en el tablero, pantallas y tecnología de reconocimiento de voz y puede ser usado para navegación por mapas, o para reproducir música de servicios de streaming.
El objetivo es hacerse con una parte de una tarta muy suculenta. La conectividad en vehículos generará en apenas 5 años un negocio valorado en más de 18.600 millones de dólares.
Razones que le convierte en un sector clave
Los diferentes estudios estiman que los sistemas de conectividad para automóviles modificarán la forma en la que conducimos pero con un potencial mucho mayor que transformará a la industria del automóvil en términos de Big Data. Gracias al mismo, se podrá recabar cantidades enormes de información sobre los usuarios, sus preferencias, costumbres y hábitos.
Ford ya ha señalado que la francesa PSA (Peugeot-Citroen) y las japonesas Honda, Subaru y Mazda ya están investigando el SDL para eventualmente adoptarlo en sus automóviles. De momento, que Toyota se una es una gran noticia, ya que es la empresa con mayor volumen de ventas (10,2 millones de coches en 2014, muy por encima de los 6,3 millones de Ford), pero la cantidad no asegura el triunfo.
Queda mucho de andar, pero Google y Apple tienen ventajas en cartografía y aplicaciones que es todo un hándicap para cualquier sistema alternativo. Aun así, que haya alternativas supondrá mejoras de coste y una competencia constructiva para un sector que crecerá de forma exponencial en este 2016.
