La Administración Federal de Aviación (FAA) prohibió de forma oficial llevar Samsung Galaxy Note 7 en aviones. Incumplir esta orden significa un crimen federal, y puede acarrear multas de casi 180.000$, aunque todavía no está claro como ejecutarán la restricción las aerolíneas.
Empresas de transporte se han negado a meterlos en su logística para las devoluciones y algunas aerolíneas de prestigio, como Fly Emirates, no permite a sus viajeros embarcar con su Galaxy Note 7. Aquellos que quieran subir, tendrán que dejarlo en tierra firme.
A principio de septiembre la agencia norteamericana ya publicó una nota de advertencia ‘aconsejando encarecidamente’ a los pasajeros que no encendieran ni cargaran ningún dispositivo de este modelo en aviones. La nueva ley, que entró en vigor el sábado, amplía la orden: está prohibido llevar el móvil en el equipaje facturado o subirlo a la cabina, aunque esté apagado.
La prohibición oficial aterriza después de que muchas aerolíneas ya hayan prohibido el móvil y tomado medidas de seguridad. Por ejemplo, Virgin America o Alaska Airlines tienen en todos sus aviones unas bolsas de material resistente al fuego para sellar móviles u ordenadores con la batería sobrecalentada.
Asimismo, Samsung Electronics anunció este lunes que ofrecerá teléfonos de reemplazo a los usuarios del Galaxy Note 7 con vuelos internacionales desde Corea del Sur, después de que Estados Unidos y otros países prohibieran el dispositivo en los aviones.
"Hemos abierto un mostrador en el Aeropuerto Internacional de Incheon para que los usuarios puedan cambiar su Galaxy Note 7 por un terminal de otro modelo", explicó un portavoz de la empresa con sede en Seúl, sin especificar si esta medida se ampliará a aeropuertos en otros países.
En el caso de Corea del Sur, que junto a Estados Unidos es el país donde se han vendido más Galaxy Note 7 desde que llegara a las tiendas en agosto, el Ministerio de Transporte de momento no ha impuesto restricción alguna al modelo en vuelos nacionales o internacionales.
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