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Android es el dueño del mercado por número de dispositivos. Apple ocupa una posición más que importante en la gama alta de los Smartphone y Microsoft, que parte con una pequeña cuota no hace más que perder posiciones ¿Es irreversible? ¿Qué puede hacer?
El lanzamiento de
Windows 10 el pasado mes de junio supuso una nueva esperanza para la división móvil de
Microsoft. La compatibilidad de un sistema operativo de ordenador con móviles y tabletas supone sobre el papel una gran ventaja para el usuario, especialmente en un segmento tan importante como el del profesional.
Pero la realidad está siendo bastante distinta. De hecho en España, si su cuota de mercado era del 2,9% en febrero de 2015, un año más tarde, se ha desplomado hasta el 0,9%. Esta tendencia está pasando en todas las regiones. En Estados Unidos ha pasado del 4,8% al 2,6% sin que se vea ninguna solución en el horizonte.
De hecho, en las últimas conferencias profesionales de Microsoft apenas genera noticias, ni lanzamientos, ni proyectos. ¿Abandonará Microsoft esta división de negocio potencialmente tan importante? No es descartable en el medio plazo, si su posición sigue siendo cada vez más marginal, pero de momento, lo que va haciendo, es tomar posiciones para poder aprovechar el negocio que genera los móviles a pesar de su insignificante cuota de mercado.
Qué está haciendo y que podrá hacer Microsoft
Uno de estos pasos estaría en abandonar el negocio de los teléfonos móviles básicos, con ventas bajas y que con sus características no generan otros negocios por aplicaciones. Los últimos rumores es que abandonaría el negocio de los
feature phones vendiéndolo a
Foxconn.
Cuando compró Nokia, lo hizo en todos sus dispositivos con licencias de un amplio catálogo de móviles que se prolonga hasta 2024. Este segmento le ha proporcionado unas ventas de 15 millones de teléfonos en el primer trimestre de 2016 bajo el nombre Nokia pero aunque el número parezca llamativo no es importante para Microsoft, más cuando son productos de poco margen comercial y escaso valor añadido. Esta venta le permitiría recuperar una pequeña parte de los 5.000 millones de euros que le costó Nokia, pero sobre todo le permitiría centrarse en el segmento de los teléfonos inteligentes.
En los smartphone tampoco lo van a tener fácil como se ve en los datos con los que abrimos el artículo. Quizá aún ni ha encontrado suelo y pueden caer más, pero no mucho. Mantenerse es razón de prestigio y sobretodo de poder probar sinergias en los sistemas operativos multidispositivos. Pero desde luego, en este momento no le permite aprovechar los beneficios que genera el mercado de los dispositivos móviles.
Por todo ello, lo que veremos crecer son las alianzas con otras plataformas para que otros productos ya consolidados, como es el caso de Office, accesible desde hace tiempo en las plataformas
Android y iOS. Este tipo de lanzamientos de productos propios de Microsoft lo seguiremos viendo en plataformas ajenas, de forma prioritarias, especialmente en iOS de
Apple, la más rentable en uso y compra de aplicaciones.
Este posicionamiento además le permitirá que sus productos alcancen la masa de clientes que parece que nunca llegarán con sus propios teléfonos móviles y le permitiría incluso abandonar el proyecto de teléfonos móviles propios.