Cuando hablamos de equipo de pesca, normalmente nos centramos en la caña y el carrete, pero los complementos son más que importantes, incluso algunos que por su pequeño precio pueden pasar desapercibidos. Si hay algo que no debe faltar en la bolsa de pesca de un aficionado a Carpas o Barbos son los cebadores.
Y digo bien, cebadores en plural, ya que no podemos limitarnos a un solo modelo si no a las diferentes clases que nos pueden ayudar en distintos momentos de pesca y es que en buena parte, una jornada de pesca depara muchas sorpresas:
Tiradores
¿Quién no ha usado un tirachinas en su vida? Si no lo habéis hecho seguro que os encantará usar los tiradores de cebado, pero no son un capricho, son muy útiles. Para lanzar asticot, boiles, pellets, masilla o cualquier otro tipo de cebo en una zona concreta son ideales, la gran ventaja respecto a otros, lanzamos a superficie y nuestro cebo se está hundiendo por lo que llegará a cualquier profundidad y no sólo a fondo.
Cebadores cerrados
Si pescamos con Asticot (gusano), es nuestro cebador por excelencia. Cerrado pero con unos pequeños agujeros para que nuestro cebo vaya saliendo lentamente y haga la labor de cebado. Otra ventaja, es la precisión, depositamos este cebador en el lugar exacto al que vamos a dedicar horas de pesca.
Cebador de Muelle
Si lo que queremos es cebar con masilla o engrudo, este es el modelo correcto, añadimos la masa alrededor de forma compacta, endureciéndose anteriormente para que luego se vaya distribuyendo en el fondo. Lo primero es importante si queremos evitar la cara que se nos queda lanzando el cebador y quedándose la masilla en el camino, lo digo por experiencia.
Cebador de redecilla
Este tipo de cebador, evita más los problemas de “pérdida” del cebador de muelles, permite cebos no tan compactos y más cantidades. Con un plomo que le lastra a fondo, son económicos y útiles para la distribución continua de nuestro cebo.
Todos ellos son económicos pero a la vez muy importantes, y es que tener los accesorios adecuados nos puede ayudar mucho a que la jornada de pesca termine tal y como imaginábamos.