Por primera vez en la historia del sorteo de la Lotería de Navidad, un cortometraje de animación protagoniza la campaña de publicidad más esperada de todo el año. Una emotiva historia que ilustra una de las características más importantes de este sorteo: la ilusión por compartir.
El protagonista del corto es Justino, un guardia de seguridad que vigila de noche una fábrica de maniquíes. La soledad y sus compañeros inertes le acompañan cada jornada de trabajo. Interactúa con ellos y decide dar una sorpresa al resto de compañeros de la fábrica, con los que no coincide nunca, creando un original árbol de navidad con las figuras humanas iluminadas. Amistad, generosidad y compañerismo son los principales valores que se muestran en este anuncio con final feliz para Justino.
El día de la Lotería, Justino se vuelve a despertar a las 22.00, vuelve al mismo autobús de todos los días, sube en el mismo ascensor de siempre, pero cuando se abre la puerta le espera uno de sus maniquíes con un décimo en la mano. Justino lo recoge, sonríe y se descorcha una botella. A Justino se le olvidó, pero a sus compañeros no, igual que él no se olvidaba de ellos.
“Este claim´sigue siendo el mensaje principal de la campaña porque evoca y transmite la bondad, generosidad y la grandeza de los pequeños detalles”, ha afirmado Inmaculada García, presidenta de Loterías y Apuestas del Estado durante la presentación. El anuncio de la Lotería de Navidad 2015 ha sido creado por la agencia de publicidad de Leo Burnett y por primera vez sus protagonistas no son seres de carne y hueso sino animados.
“Quisimos buscar una historia que fuera muy especial, y la clave para eso es tener un buen personaje. En narrativo es muy importante que los personajes tengan un anhelo, y por eso buscamos a un personaje que por alguna razón no pudiera compartir con los demás”, explica Juan García-Escudero, creador del anuncio.
“Es muy bonito de ver. Justino va cobrando vida a cada paso del proceso”, añadió. La música del anuncio también es un elemento clave ya que carece de diálogos. La canción, titulada Nuvole Bianche, está compuesta por Ludvico Einaudi y arreglada por Joan Martorell. “Necesitábamos que la pieza musical contara lo que está pasando en la historia. El tema es perfecto porque evoluciona con el personaje”, asegura Martorell.
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