Después de escribir sobre Le Corbusier y Frank Lloyd Wright, grandes representantes del Racionalismo y del Organicismo, respectivamente, es una tentación no continuar haciéndolo sobre los creadores del Racionalismo que fueron Gropius y Mies Van der Rohe. Lo cual nos lleva a hablar de la Bauhaus, la escuela de arquitectura y diseño creada por Gropius, en la que trabajó y enseñó Mies Van der Rohe, para posteriormente concentrarnos en los propios arquitectos que merecen un artículo cada uno.

El Deutscher Werkbund, creado en Alemania en 1907, había sido una institución unificadora de las artes de gran trascendencia internacional y proyección arquitectónica. Con este precedente surge en 1919, en Alemania, otra institución de características similares, la Bauhaus, que pretende igualmente unificar las artes, con la que tendrá relación ya que algunos de sus componentes pertenecieron primeramente al Werkbund.

La Bauhaus dará una importancia fundamental al diseño, a la decoración y a la arquitectura, teniendo, asimismo, repercusiones e influencias que se expanden por toda Europa y América, especialmente en el marco de la arquitectura racionalista. El Racionalismo tendrá en la escuela de diseño y arquitectura Bauhaus un centro generador y difundidor del estilo. Su fundador y más destacada personalidad va a ser Walter Gropius. La Bauhaus, curiosamente, tendrá una vida paralela a la de la joven República de Weimar, surgida a raíz de la Gran Guerra, ambas nacen en 1919 y ambas desaparecen, por las mismas causas políticas, en 1933.

La Bauhaus es una de las experiencias más interesantes en el terreno artístico de nuestro tiempo. Lo que se experimentó entonces, tanto en el terreno pedagógico y teórico como en el práctico, no se ha podido superar todavía. Su fundador Gropius se reveló como un pedagogo revolucionario que trajo para colaborar con la escuela a las figuras más innovadoras del momento, reuniendo a una serie de pintores, escultores y arquitectos en una auténtica “integración de las artes”.

Entre los artistas de la Bauhaus se encontraban Paul Klee, Vasily Kandinsky, Moholy-Nagy, Gerhard Marcks, Oskar Schlemmer, Lyonel Feininger, Josef Albers, Marcel Breuer, Herbert Bayer, Theo Van Doesburg, El Lyssitsky, etc..

Debido a las vicisitudes políticas y económicas de Alemania, la Bauhaus atravesó, en sus catorce años de duración, algunos problemas complejos que incidieron en su organización interna. Por ese motivo, se puede estructurar en varias etapas, según la figura de su director – Gropius, Meyer y Mies Van der Rohe – y según la localización en tres ciudades alemanas:

1919-1925 – Director Gropius – Localización Weimar
1926-1928 – Director Gropius – Localización Dessau
1929-1930 – Director Hannes Meyer – Localización Dessau
1930-1933 – Dir. Mies Van der Rohe – Localización Dessau y Berlín

El programa de la Bauhaus consistía en un curso preliminar de seis meses y a continuación tres años de estudios con formación teórico-práctica. Los trabajos se hacían en equipo y democráticamente. Al final de los tres años se pasaba un examen y se daba el Diploma de Artesano, y después de un curso de perfeccionamiento, se obtenía el de Maestro en Arte.

En 1924, por problemas políticos, Gropius tuvo que trasladar la Bauhaus de Weimar a Dessau, realizándose entonces el famoso edificio de la sede, que se constituyó en uno de los símbolos de la Bauhaus y del Racionalismo.

Los problemas políticos continuaron por lo que hubo que trasladar la sede desde Dessau a Berlín, en 1932. Finalmente, en 1933, con la llegada de Hitler y los nazis al poder, coincidiendo con la dirección de Mies Van der Rohe, quedó definitivamente clausurada. En realidad los directores más integrados en la Bauhaus fueron Gropius y Van der Rohe; la dirección de Hannes Meyer fue controvertida y poco aceptada por el centro.

Los primeros años de la escuela fueron eminentemente idealistas con conatos expresionistas, para pasar hacia 1925 a la fase racionalista en la que perduraría hasta el final. La Bauhaus recibió dos importantes influencias arquitectónicas del momento, las del Constructivismo ruso y el holandés.

El edificio mencionado de la Sede de la Bauhaus, construido en Dessau en 1925, por un equipo de profesores y alumnos, dirigidos por Gropius, es uno de los más significativos ejemplos del Racionalismo. Diversos elementos se ensamblan en su planta y alzado, conjugándose con gran armonía y equilibrio, dando movimiento, articulación funcional y belleza a la construcción. La planta se compone de unos rectángulos unidos en forma de L a un núcleo central, conformando cuatro módulos entrelazados de distinto tamaño, de clara modernidad y elegancia de diseño.

En su alzado, la construcción alterna el juego de horizontales y verticales, con los cuerpos entrecruzados y diferentes alturas. En los bajos de una de las alas se pueden contemplar los pilotes – que se harían tan famosos con Le Corbusier -. Las fachadas se resuelven diferentes unas de otras, distinguiéndose por la variación de los elementos que conllevan, ventanas horizontales o corridas, balcones con barandas de hierro, vidrieras en cuadrículas, etc..