El frío de Nueva York no detuvo a periodistas, blogueros, modelos e invitados a asistir desde la mañana del jueves a los primeros desfiles de la Semana de la Moda de Nueva York en el exedificio del correo James Farley, cerca de la estación Penn.
Como es tradición, el dúo neoyorquino Nicholas K de los hermanos Christopher y Nicholas Kunz dio la puntada inicial con una colección otoño-invierno boreal 2016/17 urbana, con un toque guerrero de largas siluetas, babuchas y gorros de aviador de cuero, en la que destacaban los colores amarillo opaco, caramelo, granate y gris.
En total serán más de 145 diseñadores entre veteranos como Ralph Lauren, Oscar de la Renta, Diane Von Füsternberg, DKNY o Calvin Klein, y emergentes como Eckhaus Latta, Rosie Assoulin o Pyer Moss. Algunos nombres españoles habituales en esta plaza como Desigual, Custo Barcelona o Del Pozo con Josep Font, mostrarán sus apuestas para la próxima temporada, así como latinos de la talla de Narciso Rodríguez, Fernando García o Ángel Sánchez.
Más allá del cambio de sede, esta semana de la moda de Nueva York también estrenará nuevos modelos de venta adelantados en la pasarela de París. Firmas como Rebecca Minkoff o Banana Republic se apuntaron a la moda de poner a la venta inmediatamente después del desfile las prendas que se ven en la pasarela, lo que define muy bien la etiqueta de Twitter en boga “#SeeBuyWear”.
Desigual propuso movimientos geométricos de mosaicos y arabescos, amebas y azules de Bizancio, recreaciones del patchwork más sofisticado que, en esta ocasión, remite a un collage básicamente cultural y guiños a exóticos parajes de la imaginería más Hollywood y menos tóxica.
Terciopelos, jacquards, acolchados y una potente revisión del denim, bordado de brillos y aliado al tweed así como tejidos de sastrería masculina son los elementos con que se elaboraron estos trabajos que diseñarán la nueva silueta Desigual, con un toque femenino plural para la próxima época del frío.
Sin embargo, el más esperado para el primer día fue el rapero Kanye West, quien tenía previsto presentar por la tarde su tercera colección Yeezy junto con la salida mundial de su nuevo álbum en el célebre Madison Square Garden, ante miles de espectadores que pagaron entre 50 y 135 dólares. West aprovechó la expectación que causa su mujer, Kim Kardashian, para acaparar la atención mediática en la que fue su primera aparición pública tras su segunda maternidad.
El acto empezó, finalmente, con la toma de asientos de Kim Kardashian, esposa de West, anoche con peluca rubia, y el resto de la saga: sus hermanas Kourtney y Khloe Kardashian; sus madres, Kris y Caitlyn Jenner; sus medio hermanas Kylie y Kendall Jenner, todas combinadas a la perfección con un total White.