Aproximadamente tres de cada cuatro mujeres afirman que su sueño empeora de manera más o menos intensa durante el embarazo. Esto nos lleva a la conclusión de que las embarazadas duermen mal, debido a causas diversas y sobre todo al final de la gestación.
Al principio del embarazo es muy común el cansancio y la falta de energía, y poco a poco, el exceso de sueño va desapareciendo hasta llegar al insomnio, y esto se debe principalmente a causas hormonales, físicas y mentales.
A nivel hormonal, se producen variaciones es la progesterona, los estrógenos y el cortisol, hormonas que afectan a las fases del ciclo sueño-vigilia y al patrón de sueño. Al principio del embarazo los niveles de progesterona se disparan, provocando somnolencia, pero a la vez, un sueño de menor calidad y con múltiples despertares.
A lo largo de los 9 meses que dura el embarazo, la mujer experimenta cambios que se pueden clasificar según el trimestre. Por ejemplo, en el primer trimestre, es el periodo en el que las náuseas, los vómitos y el malestar están más presentes, y aunque suelen darse en las mañanas, en el caso de algunas mujeres también dificultan el descanso.
En el segundo trimestre, el embarazo ya está más avanzado y afianzado, las mujeres suelen sentirse más seguras, pero el aumento del tamaño del vientre provoca que cada vez cueste más encontrar posiciones cómodas para el descanso y dificulta el movimiento.
Por último, el tercer trimestre, es en el que el mayor número de mujeres sufren de insomnio ya que el cuerpo de la mujer está realizando un gran esfuerzo a todos los niveles.
Es probable que muchas mujeres busquen algún remedio para solucionar estos problemas. Los expertos avisan de que mantener un horario estable es algo muy importante al igual que realizar 30 minutos de ejercicio moderado al día.
También hay que dejar que al menos que pasen 2 horas desde la cena antes de acostarte. Reducir la cantidad de agua por la noche y dormir sobre el lado izquierdo, especialmente al principio de la noche, ayudará a reducir las molestias del reflujo gastroesofágico.
También recomiendan usar cojines y almohadas para estar cómoda durante la noche. No dormir es estresante en cualquier momento vital, pero especialmente durante el embarazo, padecer insomnio y no descansar puede ser muy duro.