Empecemos por el Circuito Europeo que, como puede fácilmente deducirse de su nombre, se caracteriza por jugarse en cualquier campo, con la única condición de que ese campo no esté en Europa. Y como muestra un botón. Mejor dos. De los dos torneos computables para el calendario masculino europeo, uno se celebraba en Florida (Estados Unidos) y el otro en East London (República Sudafricana).
El primero de ellos era el World Golf Championships-Cadillac Championship (resumidamente el Cadillac) y el otro el Africa Open.
En el Cadillac, España ha tenido un solo representante, Sergio García que quedó 31º después de un espectacular descenso de 23 puestos en la última jornada. Si durante el tercer día ocupó durante unos minutos la segunda plaza, pocos se explican su final. ¿Qué le pasa los domingos? Un precoz doble bogey en el hoyo 2, parece que fue el detonante de un domingo sin ningún birdie y con cuatro bogeys que lo precipitaron a las entrañas del Blue Monster, simpático nombre con el que el señor Trump ha bautizado el recorrido con más agua y bunkers al Oeste de Pecos. Triunfó Dustin Johnson, un bombardero que acaba de cumplir sus tres meses de suspensión por consumo de sustancias adictivas.
Mejor fueron las cosas en la orilla africana bañada por el Índico. “Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong…” parecía añorar nuestro juego del golf con las palabras de Karen Dinesen en Memorias de África, magistralmente llevadas a la gran pantalla y deliciosamente protagonizadas por Meryl Streep.
“I had a farm in Africa at the foot of the Ngong Hills…” susurraba el swing de los golfistas españoles que jugaron como si estuviesen en casa. El resultado final llena de satisfacción y para alguno supone en la práctica garantizarse la tarjeta del European Tour para la próxima temporada, lo que equivale a asegurar el pan de los hijos… “¡Y luego dicen que el golf es caro”.
Bueno, veamos como quedó la cosa: Todos los españoles menos dos pasaron el corte. Pero además Jorge Campillo y Eduardo de la Riva empataron en la 3ª posición. Jordi García Pinto (34º) y Pablo Martín Benavides (54º) completaron un lucido cuadro nacional.
En Puerto Rico, más buenas noticias: Gonzalo Fernández Castaño (17º) sigue sumando méritos y, Rafael Cabrera Bello, recién aparecido por la PGA esta temporada, quedó 10º. Es un puesto que le permite jugar en Valspar Championship esta semana. También disfrutarían y padecerían los queridos lectores argentinos, la última jornada con un Emiliano Grillo, que yendo puntero en el último día, dejó escapar la victoria en el hoyo final – le bastaba el par, pero cometió bogey -, y en el hoyo de desempate no coronó. ¡Lastima, amigos!
Las grandes alegrías suelen venir envueltas en esfuerzo. Como el desarrollado por las chicas españolas en un año vital para el golf femenino continental: en el horizonte brillan los rayos dorados de la Solheim Cup. La LPGA había viajado a Singapur para disputar el HSBC Women’s Championship; además de a Belén Mozo en el puesto 34ª, tuvimos a tres españolas en el Top 25: Beatriz Recari, 25ª y magnífica Carlota Ciganda 8ª empatada.
Pero la gran batalla y los honores mayores fueron al final para Azahara Muñoz que quedó 4ª, también empatada. Son pasos muy importantes estos de Asia. No es pensable en Singapur cultivar una granja como la de Dinesen en África, pero siempre es posible abrirse a su sentido de la dulce acogida. Como decía un primer ministro en la pasada década, saliendo al paso de algunas críticas, “si Singapur es un estado niñera, entonces estoy orgulloso de haber hecho crecer una”.
Antes de terminar hay un dato curioso de los resultados de la ganadora, Inbee Park (-15): la coreana hizo las cuatro vueltas sin cometer ni un solo bogey. En el total de la cuatro tarjetas que entregó únicamente hay pares y 15 birdies.
Conociendo a la portentosa y pausada jugadora eso no es lo más llamativo. Lo que es para hacérselo mirar es lo del resto de integrantes del Top 10. Todas, menos una le hubieran podido arrebatar la primera plaza con no haber cometido bogeys, pues todas menos una presentaron tan gran número de birdies (y tres eagles), que cualquiera de ellas habrían derrotado a Inbee, si no hubieran incurrido en bogeys (y tres dobles bogeys).
Por ejemplo, sin bogeys, Lydia Ko habría quedado -21 sacando 6 golpes a Park; Stacy Lewis, -19, con 4 golpes sobre la coreana, y nuestra Azahara Muñoz, -17, con dos golpes sobre la que triunfó. Muchas veces en el golf, como en la vida, lo que hace asequible el éxito no es tanto acertar, como no equivocarse. Inbee Park, serena y persistente, solamente hizo sus deberes sin un borrón: nada extraordinario. Pero, ¡cuánta confianza solemos depositar en la gente que trabaja sin espectáculo y también sin borrones, haciendo el trabajo de diez y el ruido de uno!
