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El PGA Championship se juega desde el jueves en Valhalla. Ya se jugó hace 14 años cuando Tiger Woods se alzó con la victoria. Muchas cosas han cambiado. Y Miguel Ángel Jiménez apretará para entrar directamente en el Equipo Europeo de la Ryder Cup.
Vallhalla suena a canto hawaiano, como aloha, ukelele o kalakaua, pero está muy lejos de esas latitudes. Y el origen de su nombre literalmente en las antípodas de las famosas islas del Pacífico. El verde campo de golf se encuentra en Louisville, Kentucky – the Bluegrass State – y su denominación está tomada de la mitología nórdica. Valhalla era la sala donde se creía que los héroes muertos festejaban con Odin por toda la eternidad.
Ahora, casi tres lustros después, 23 de los golfistas que compitieron entonces vuelven a la batalla. No por toda la eternidad. No a muerte. Sólo cuatro días y para la efímera gloría del golf. En total están inscritos 99 de los 100 mejores del mundo.
El prestigio del cuarto y último de los oficialmente grandes torneos del año concita el interés de todo profesional. A la hora que escribo ya es baja segura Dustin Johnson, por un cierto descuido de su salud – vamos a decirlo así – en el que fue sorprendido por un control de la propia PGA. Es duda Tiger Woods, que se retiró a mitad de partido este domingo en el Bridgestone Invitational, con una lesión lumbar, dolor que sumaba a su estado de postración tras haber sido operado para tratarle un hernia discal.
Entre las diferencias más notables entre este encuentro y aquel del año 2000 está precisamente la situación del líder negro del golf. Entonces era número 1 mundial y venía a Valhalla pletórico. Entonces logró un resultado récord de 270 golpes (-18). Hoy, por culpa de esa lesión y sus ausencias de los torneos ha caído al puesto que cierra el Top 10… y bajando: no parece estar en condiciones de lograr aquel prodigioso registro.
Pero el Valhalla Golf Club de hoy presenta más diferencias, como nos informa la web de la PGA. El recorrido ya no es par 72, sino 71, porque el hoyo 2, que era un par 5 asequible, se ha convertido en un par 4 no tan fácil. Además el uso del driver y su largo golpe va a estar más limitado, no tanto por la longitud de las calles, como por el angosto lugar de aterrizaje que han dejado para las bolas: se ha estrechado para disuadir a los cautos, pero sin dejar de tentar a los osados.
Otro dato para la emoción es que es una de las últimas oportunidades para coger méritos (dólares convertidos en puntos) para estar en la Ryder Cup. Por Europa, una victoria le haría un hombre a Miguel Ángel Jiménez, pero también a Luke Donald o Victor Dubuisson al meterles directamente en la lista y no tener que esperar a ser elegido por el Capitán, Mr. McGinley. Por parte americana facilitaría la cosas al Capitán Mr. Watson que ganase Phil Mickelson o Keagan Bradley, “El Inquieto”.
Pero eso, hoy por hoy es The Tale of the Milk Woman, que diría Amateur 2.
Y en estas, llega la más guapa del Club, mi prima Margarita que viene de un partido y ya se sabe que ha ganado con sólo ver su amable sonrisa y escuchar su trato halagador:
.- Zopenco de primo, ¿no me digas que has estado perdiendo el tiempo con tu blog en vez de hacer 18 hoyos conmigo y con los primos?
.- Bueno, verás – empiezo –, escribir es una actividad tan digna como…
.- Tonterías, a ver que cosas te has inventado – dice mientras lee por encima de mi hombro el texto en la pantalla del ordenador.
Yo me callo esperando la típica alabanza merecida.
.- ¡Ajá! – resopla –, lo que yo me esperaba: basurillas: no has dicho nada de los españoles ni de ese muchacho irlandés que los va a fulminar a todos.
.- Si te refieres a Mr. McIlroy – le corrijo yo muy en mi papel de artista herido – resulta que no es irlandés, sino norirlandés y miembro de la Orden del Imperio Británico, para más información. Y además dudo que gane el PGA: sería el tercer torneo seguido. Por su parte, los españoles lo tienen difícil.
.- Todos lo tienen difícil – enfatiza, no sin razón-: ¡Es un major!
.- Pues si gana un español te invito a comer en Bajo Guía.- le reto, muy en plan Bilbao.
.- Jajaja: ya has caído: veremos a un español – concluye – y como es en Valhalla, si el ganador es el veterano
Miguel Ángel Jiménez podrá, mientras enfunda como un mosquetero el putter, decir lo que oímos a
Odin en la película
Thor: “he sacrificado mucho para lograr la paz. Así también debe la nueva generación sacrificarse para mantener esa paz. Responsabilidad! Deber!”
Miguel Ángel Jiménez en Bridgestone