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¿LARGO O PRECISO?

El drive más largo 2015 para Tim Burke con 360 metros

Se acaba de disputar en Oklahoma la final del Campeonato del Mundo de Drive Más Largo (World Long Drive Championship). Drive, no driver.

Hechosdehoy / José Ángel Domínguez Calatayud
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Sólo el drive. Sólo fuerte y lejos: largo. El campeón fue Tim Burke, un pedazo vivo de carne humana de 104,3 kilos y 1,84 metros. El angelito golpeó con el driver, y viento lateral, enviando la bola a 394 yardas (360,2 metros).
 
Con ese disparo venció a otro angelito de similar tonelaje y de nombre Jeremy Easterly que “solamente” llegó a las 386 yardas. En la web de la PGA dan cuenta de la información. También puede verse un vídeo.
 
Por mi parte cuando llegue a alcanzar los 200 metros con mi driver lo dejaré escrito con rotulador de oro en mi diario. Sería algo así: “Querido Diario: hoy ha sido el día más feliz de mi vida. Hoy, por primera vez en muchos años de golf, no sólo he alcanzado la calle sin irme al bunker, a los matojos, pinos y sabinas, sino que he dado el drive más largo de mi vida”.
De sueños también se vive. Poco, lo reconozco, pero gozosamente. Volvamos, pues, a la realidad: informaciones complementarias añaden que el tal Tim Burke tiene acreditadas distancias superiores a esta que le ha por segunda vez dado el título mundial de la especialidad.
En diciembre de 2013, cuando ganó por vez primera, él mismo contaba su más potente golpe a la revista Golf Digest:
 
 “El drive más largo que he golpeado nunca fue en Denver. Se trataba de un evento de ‘Drive más Largo” en el que la red estaba situada a 420 yardas. Más allá de la red había otras 20 yardas, y luego un campo de heno. Di uno de esos golpes donde no sentí nada y vi que la bola iba recta. Luego desapareció. Nadie la vio descender, y, sin bola que medir, el juez hizo una cosa normal: ‘Eso ha sido O.B. (Out-of-bounds)’, dijo. Lance Reader, mi amigo de Krank Golf, dijo, "Esperen un minuto." Había en juego un premio de 500 dólares, y Lance insistió en que los oficiales buscasen bien la bola. Lo hicieron y la encontraron en el heno; la midieron a 440 yardas. ‘Tenemos un ganador’, dijo el juez. Y yo me embolsé el dinero”.
 
Comentábamos esta hazaña en la Terraza Oeste de la Casa Club a la hora de los martinis y un senior, veterano socio del Club que bebe zumo de arándanos, comentó socarrón.
.- Pues si pega ese golpe en nuestro Campo de Prácticas no sólo la saca del Club, sino que le da con ella a la señorita Begoña del Colegio de Highlands mientras vigila el recreo.
.- Sería una pena – participó otro senior bebedor de Cruzcampo –: puesto a llegar al Colegio de los Legionarios, mejor le atiza al maldito altavoz que avisa de todo ruidosamente mientras juegas el hoyo 8.
 
.- ¿Sabéis el chiste del articulista T. J. Auclair a propósito de este golpeador de bolas? – pregunta a la concurrencia un afrancesado joven MBA que bebe Perrier.
.- ¿Pas de tout? – responde el último en llegar con una copa de Martini seco.
Y nos lo cuenta el del agua Perrier.
 
El comentarista escribe en plan gracioso la siguiente conversación ficticia entre Tim Burke y Anirban Lahiri, que el pasado agosto ganó el drive más largo en el Whistling Straits con un golpe de 327 yardas.
Tim Burke: “Anirban: ¿has oído lo del nuevo Wal-Mart que van a edificar?”.
Anirban Lahiri. “No. ¿Dónde?
Tim Burke: “Entre tu bola y la mía”.
 
.- Jajajaja – se río a carcajadas el público asistente al imaginar la escena, justo en el momento en que llega la más hermosa criatura que pisa el Club, mi prima Margarita, quien había alcanzado a oír la broma.
.- ¡Sois como niños! – exclamó, mientras todos giraban la vista hacia mi deslumbrante pariente, vestida en rosa y blanco con su ropa de golf -. Siempre tenéis problemas de longitud. ¡Qué más dará!
.- Bueno, Margarita – se atrevió el del agua Perrier-, es que Tim Burke se ha embolsado 150.000 dólares.
 
.- Insensato – sentenció Margarita -, vuelve a estudiar el Máster y llévales el caso de Lahiri. Anirban Lahiri: ¡ese si que es un caso para Harvard!: un hindú, hijo de un médico de las fuerzas armadas, que empezó a la edad 8 años recogiendo bolas a su padre jugador aficionado. Hoy 20 años después está en el puesto 39 del Ranking Mundial – en el que por cierto no aparece para nada ese tal Tim – y que no 150.000 dólares, sino 500.000 dólares ha ganado este año en el PGA Tour y un 1.400.000 euros en el Circuito Europeo.
 
.- Gracias, Margarita gran información – balbuceó el del máster. Y para congraciarse con ella le propuso – ¡A ver cuando puedo ganarte un match!
 
Todos se la quedaron mirando, y ella con la vista por encima de las gafas de sol y las cejas enarcadas lo fundió en el sitio:
.- Cuando consigas, majo, no preocuparte de la longitud, sino de la precisión.
 

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