Es bien sabido que los amantes de los videojuegos sueñan con trabajar en áreas relacionadas con su afición como por ejemplo: gamer en torneos profesionales (ganan una cantidad increíble de dinero), probador de videojuegos para casas desarrolladoras o incluso programador y creador de tus propias historias.

Es bastante común que los jugadores más geeks (interesados en la tecnología) opten por convertirse en desarrolladores de juegos propios. Esto es genial porque con estudios, ya sean formales o autodidactas, logran llevar a la realidad las ideas propias, junto con las que han obtenido a través de sus años de experiencia jugando videojuegos comerciales para crear nuevas historias que logran calar en el gusto de los nuevos mercados.

Sin embargo, lograr desarrollar los videojuegos que alguna vez fueron ideas no es algo que ocurra de la noche a la mañana, además de requerir preparación es necesario un equipo de trabajo y muchos recursos económicos –entre otros-. Aunque en Gananci puedes ver que existen muchas otras opciones para emprender un negocio sin dinero.

Si tú eres de estas talentosas personas que tienen una idea y quieren convertirla en un videojuego, pero no conoces la manera de conseguir el financiamiento que necesitas, sigue leyendo porque a continuación encontrarás algunas claves súper útiles que te ayudarán a conseguir el capital que requieres para hacer realidad tu sueño.

1.- Traza un plan
Cuando vas a buscar inversores para tu proyecto no puedes llegar con los personajes del videojuego garabateados en una servilleta. Si estás solicitando cantidades de dinero debes presentar un plan estable que incluya todo lo que tus posibles inversores necesiten saber.

Si no tienes un dossier de calidad donde se muestren tus ideas, sería muy cínico pretender encontrar inversionistas de alto nivel. Así que toma en cuenta que el dinero que logres  conseguir será proporcional al esfuerzo que realices en la creación de tu propuesta. Si no estás muy claro de cómo hacer una, lee los pasos para crear una propuesta de valor.

2.-Ten claro lo que buscas
Cuando llegas a conversar con un posible inversionista una de las cosas que más se aprecian es que sepas claramente lo que estás buscando y la finalidad para la cual usarás esos recursos que estás solicitando. Eso denota profesionalismo y seguridad. Le dice a tu interlocutor que te preparaste para la presentación y llevarás una ventaja desde el inicio.

También debes tener muy claro lo que estás dispuesto a dar, ya que si no tienes ese tema establecido, podrás terminar haciendo un mal trato que no te beneficie como lo esperabas. Los inversionistas no te van a dar dinero solo para que cumplas tu sueño, lo harán esperando conseguir una retribución económica así que debes ofrecerles algo que les resulte atractivo ya que su relación de negocios deberá ser ganar-ganar.
 
3.-Analiza diferentes opciones
Hay muchas maneras de conseguir financiamiento. No todo es realizar propuestas a inversionistas,  apóyate en las redes sociales, en las páginas de crowfunding, en rifas, en los concursos de financiamiento y crédito a emprendedores jóvenes y más.

Lo importante es que no te quedes con una sola opción ya que sería colocar todos los huevos en una canasta. Lo recomendable en este caso es que te diversifiques y analices diferentes alternativas para que al final puedas alcanzar tu meta.

4.- No te rindas
Una de las claves más importantes en este tema es que a pesar de los rechazos, lo difícil que se pueda hacer en cierto punto el camino y tal vez lo desesperado que puedas empezar a sentirte, no te rindas. Todo es parte del proceso.

Hay personas que cuentan con la buena suerte de conseguir el dinero para su proyecto en muy poco tiempo, a otros les lleva más. Cada quien lo hace a su manera, mi consejo es que tengas tu visión muy clara, que creas fervientemente en tu proyecto para que a pesar de los tropezones puedas mantenerte firme y con la voluntad intacta hasta que lo logres.
 

– Andrés Gananci es un emprendedor y aventurero apasionado de la vida. Fundó su primer negocio online con tan sólo 17 años. 12 años después, sigue viajando por el mundo mientras trabaja desde casa.
 
Editor de gananci.com
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