Un arquitecto fresco, recién salido de la universidad, lo primero que quiere es empezar a desarrollar proyectos. Ya sea que busque trabajo en la oficina de arquitectura de algún tercero o decida ejercer la carrera por sus propios medios, un arquitecto amateur necesita experiencias y oportunidades para desarrollar su pasión más allá de lo aprendido en las aulas.

Los arquitectos que prefieren tener una práctica profesional libre al comienzo, normalmente empiezan a explorar sus opciones y muchas veces consiguen proyectos ya sea con familiares, personas conocidas, a través de Internet u otros medios. Si te encuentras todavía en esa etapa de arquitecto novel donde estás en búsqueda de nuevos horizontes, no te rindas si no lo consigues rápidamente. Mejor, sigue estos pasos de Gananci para tener éxito, los cuales son aplicables para cualquier meta que te establezcas.

Por otro lado, si ya has empezado a tener algunos proyectos pero no has logrado las ganancias que esperabas o te ha costado un poco equilibrar el asunto financiero con la arquitectura, no te culpo. Durante la carrera enseñan la mayoría de las cosas que necesitas saber acerca de la arquitectura, pero no conozco ninguna universidad que tenga en su pénsum de estudios cómo venderte cómo arquitecto, cómo realizar una propuesta de proyecto ganadora cuando hay mucha competencia o cómo salir airoso de una negociación con un cliente difícil.

Es decir, los aspectos del “negocio” de la arquitectura muchas veces quedan desatendidos. Claro que esto es algo que puede aprenderse a través del tiempo y la experiencia, pero para lograr obtener esos conocimientos no es obligatorio que debas pasar por un montón de errores primero.

Si eres un arquitecto principiante lo mejor que puedes hacer es evitar dar por sentado que todo lo sabes o que lo que necesitabas saber ya lo aprendiste en la universidad. Hay muchas cosas -bastante importantes- que se aprenden en la vida real. De este modo tu mente estará más abierta para absorber las experiencias con sus respectivos aprendizajes.

En uno los aspectos que muchos arquitectos -y otros profesionales que deciden trabajar de forma autónoma- comúnmente fallan, es en el de las negociaciones con sus prospectos o clientes. Sin embargo, un arquitecto exitoso no puede conformarse solo con saber mucho acerca de su área y ser excelente en la misma.

También necesita saber venderse a sí mismo y a sus proyectos de forma en que los acuerdos sean convenientes para todos los involucrados y no solamente para una parte o la otra.

A continuación, encontrarás algunos de los elementos -a grandes rasgos- que necesitarás tener presentes al momento de iniciar una negociación para un proyecto de arquitectura con un prospecto de cliente:

1.- Prepárate: siempre es mejor estar preparado previamente para este tipo de reuniones, así te sentirás mucho más seguro al respecto y evitarás cometer errores que puedan salirte costosos en diversos sentidos.

2.- Conoce el valor de tu trabajo: las personas recién graduadas en carreras que les apasionan normalmente tienen un ánimo increíble y un entusiasmo envidiable acerca de su área de trabajo. Esto es algo muy positivo, pero también puede ser una debilidad de la cual algunas personas inescrupulosas pueden querer tomar ventaja.

Recuerda que aunque sea algo que te encanta hacer y necesites adquirir experiencia, tu trabajo es valioso y no puedes regalarlo. Si alguien te ofrece algo que no está acorde con lo que vale, no lo aceptes. El problema está cuando comienzas a conformarte o crees que más adelante es que podrás empezar a exigir algo.

Esto no es así, exige desde el inicio -dentro de lo aceptable- para que vayas construyendo una reputación estable dentro de tu industria.

3.- Participa tus condiciones: es un error trabajar por tu cuenta sin tener tus propias reglas previamente establecidas. Esto no quiere decir que no puedas ser un poco flexible, pero contar con políticas por escrito ayudará a que sea mucho más sencillo llegar a un acuerdo porque tú ya estás claro tanto de lo que ofreces y estás dispuesto a dar, como de lo que esperas de la otra parte.

En caso de que la otra persona no esté de acuerdo con las condiciones establecidas, traten de llegar a un punto de encuentro donde ambos se sientan satisfechos. Hay clientes que suelen ser más difíciles que otros por sus caracteres. Para que este tipo de personas no te intimiden y estés preparado para enfrentarlas, aprende en Gananci estas técnicas psicológicas de negociación.

No tengas miedo de decir lo que requieres para comenzar a trabajar, si brindas un servicio de calidad, tienes derecho a exigir a tus clientes una compensación justa. No solo económicamente, sino en las condiciones de trabajo.

4.- Investiga: en caso de que no estés seguro cómo afrontar la negociación porque no has trabajado con un proyecto de esa magnitud (no sabes cuánto cobrar, la cantidad de trabajo aproximado que podría llevarte, etc), no hagas promesas sobre las cuales no tengas una certeza.

Prefiere investigar, hacer preguntas a colegas más experimentados para poder llegar con una propuesta que colocar sobre la mesa, aunque más adelante la misma pueda ser modificada. Hablar con un cliente o prospecto sin tener una idea clara puede ser muy perjudicial para ti.

5.- No dejes cabos sueltos: no hagas suposiciones de que la otra persona entendió ni dejes que la negociación quede en un estado ambiguo. Opta por corroborar la información y preguntar si tu interlocutor también está claro con la misma, esta es una manera de asegurarte de que la comunicación fluyó bien y ambas partes se encuentran en la misma página.
 

– Andrés Gananci es un emprendedor y aventurero apasionado de la vida. Fundó su primer negocio online con tan sólo 17 años. 12 años después, sigue viajando por el mundo mientras trabaja desde casa.
 
Editor de gananci.com
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