Fue el pasado lunes cuando las redes sociales oficiales de los duques de Sussex dieron a conocer la esperada noticia: el nacimiento del primer hijo de Harry y Meghan, pocos días antes de su primer aniversario de boda. Finalmente, Meghan no pudo dar a luz en su domicilio y acudió a altas horas de la madrugada, escoltada por la policía, a una clínica de Londres donde vino al mundo el pequeño.

Este miércoles, dos días después del nacimiento, el príncipe y su esposa presentaron a su hijo en el Castillo de Windsor. Pero no dieron pistas sobre el nombre de Baby Sussex. Sin embargo, dos horas después de su presentación en sociedad, los padres sorprendieron revelando el secreto mejor guardado en las redes sociales.

Y no es un nombre típicamente royal. Ni Arthur, ni James, ni Alexander, los nombres más cotizados en las casas de apuestas. No. El bebé se llama Archie Harrison Mountbatten-Windsor.

La primera comparecencia ante los medios del recién nacido, octavo bisnieto de la reina Isabel II y séptimo en la línea de sucesión al trono británico fue muy breve pero entrañable.

La pareja, ella vestida totalmente de blanco y con zapatos con tacones de vértigo, atravesó el salón St. George del castillo de Windsor con Archie Harrison durmiendo en brazos de su sonriente y orgulloso padre. "Es mágico y bastante asombroso", dijo una Meghan con cara de cansancio pero radiante de felicidad al presentar a su hijo.

"Tengo a los dos mejores chicos del mundo, así que estoy realmente feliz", comentó sonriendo. Consultada respecto al carácter del pequeño, la duquesa sostuvo que "tiene un temperamento muy dulce y es bastante tranquilo".

"Me pregunto de quién sacó eso", bromeó el príncipe Harry, de 34 años y tres años más joven que su mujer. A lo que no supieron responder los nuevos padres es a la típica pregunta de a quién se parece el niño. "Todos dicen que los bebés cambian mucho en dos semanas. Su aspecto cambia día a día, así que quién sabe", sostuvo Harry.

El príncipe insistió en recalcar lo emocionados que están ambos de tener a nuestro propio "pequeño paquete de alegría".

Tras la breve comparecencia ante la prensa, los duques de Sussex acudieron a presentar a su hijo a la reina Isabel II y a su marido, el duque de Edimburgo, los bisabuelos del pequeño.