Es muy pronto para saber ni siquiera como será la nueva reforma tributaria. Per el aún anteproyecto nos deja aspectos en principio positivos y otros negativos. Uno de ellos es el fin de la exención de 1.500 euros por cobro de dividendos. Teniendo en cuenta que la mayoría de los pequeños inversores en acciones cobran menos que esta cantidad serán los principales afectados.
Es más, si tenemos en cuenta que otros productos de ahorro están en capa caída (los depósitos apenas alcanzan el 2%) el resultado es que más pequeños ahorradores apostarán por la bolsa que sí se está comportando positivamente y se encontrarán a partir del 2015 con una fiscalidad peor con respecto al pago de dividendos.
Oportunidad para nuevos y viejos accionistas
La coyuntura actual hace atractivo invertir en bolsa, especialmente en valores seguros, siempre pensando en el largo plazo y arriesgando una pequeña parte de nuestros ahorros. Eso sí, sin olvidarnos de las propias características de este tipo de inversiones para buscar siempre el bróker más rentable según nuestro perfil de inversor y siguiendo ciertos consejos:
• No fraccionar la operación, así el coste fijo que es el canon de bolsa lo podemos distribuir mejor y por tanto el precio de compra por acción es más bajo.
• Buscar las comisiones más bajas en aspectos como la gestión y el cobro de dividendo, son operaciones a largo plazo y este punto es importante.
• Si son operaciones esporádicas no contratar cuentas planas que sólo son rentables para operadores muy habituales o intradiistas.
• Ver las opciones que ofrecen por mover la cartera a otro broker, desde remuneración en efectivo hasta poder contratar otros productos de forma preferente.
Este último punto hace muy interesante para los que ya tienen inversiones en acciones y pueden aprovechar la competencia para sacar un rendimiento. Pero también tienen otras opciones que cada vez se ofrecen más, no cobrar el dividendo en efectivo sino en acciones.
Las ventajas fiscales son muy claras y después de años de la bolsa a la baja, las oportunidades importantes. Los dividendos son derechos que luego podemos canjear por acciones, y a precios aún bajos tienen un buen potencial de revalorización. Pero además, hay que tener en cuenta que cobrar en derechos no tiene retención del 21% lo que lleva a que si pensamos en una inversión a largo plazo no estamos adelantando fiscalidad, que ahora si pagaríamos a la hora de su venta.
Lo que queda claro es que si invertimos en bolsa en este 2014 ya tenemos que tener en cuenta la reforma futura, y que para el pequeño inversor a corto plazo convertir los dividendos en acciones tiene grandes ventajas.