La razón de justicia: empecemos por ella. Todos los años los jugadores del Circuito Europeo eligen quién de entre ellos ha sido el mejor. El más votado para el año 2016 ha sido Henrik Stenson.
El sueco, merecedor incuestionable del premio en 2016, inaugurará el palmarés del denominado “Premio Seve Ballesteros”, habiendo sido votado por sus compañeros al concluir una brillante temporada en la que fue número uno en la Carrera a Dubái por segunda vez en cuatro años, y en la que se impuso en el Open Championship en Royal Troon a Phil Mickelson en un espectacular mano a mano.
El propio Henrik Stenson evoca esa honda razón de justicia en el cambio de denominación del premio: “Me siento muy honrado al ser el primer jugador que recibe el “Premio Seve Ballesteros”. Seve fue uno de mis ídolos y un icono del golf, y ser elegido por mis compañeros lo hace aún más especial”.
Vamos con la historia. Con Seve, lo saben los seguidores de este deporte, se escribió buena parte del golf europeo y todo lo más significativo del continental.
Como resalta en acertado resumen la Oficina de Prensa del Circuito Europeo, “además de sus dos victorias en Augusta, Seve ganó el Open Championship en tres ocasiones -en Royal Lytham & St. Annes en 1979 y 1988, y en St. Andrews en 1984– y jugó un papel esencial en la evolución de la Ryder Cup, convertida actualmente en el tercer acontecimiento deportivo del mundo”.
También, añade, Seve Ballesteros “como componente del equipo europeo se enfrentó en ocho ediciones contra Estados Unidos sumando 22 ½ puntos en 37 partidos, formando, junto a su fiel y gran amigo José Maria Olazábal, la mejor pareja de toda la historia de esta competición”. Seve fue el primer jugador continental en capitanear el equipo europeo en Valderrama en 1997, consiguiendo una victoria memorable por 14 ½ – 13 ½”.
Justicia, historia. Y pasión. Hay muchas, miles de formas de jugar al golf; tantas casi como jugadores: por la atención que requiere cada golpe, por la duración, por la implicación de la parte del cerebro que gestiona la estrategia y la táctica, por el propio temperamento, por la educación del carácter que se haya recibido y por el radical asentamiento en él de los principios y valores de la caballerosidad el golf afecta a la persona. Y la persona afecta al golf.
Dime como eres, te diré cómo juegas al golf. Muéstrame tus valores y te indicaré cuál es tu juego. Al golf no se le puede engañar. Tal eres, tal juegas. Por eso el juego de Severiano era tan especial. En él, en su juego, se unían talentos especiales para el swing; altísima mentalidad competitiva, como ninguna otra; inteligencia creativa; inteligencia espacial y cinético corporal (empleo inteligente de los movimientos del cuerpo para que éste al realizarlos produzca efectos de máximo rendimiento). Y como corona, el espíritu del golf.
Pero además de todo eso y de las estiradas horas de entrenamiento, Seve tenía un corazón apasionado.
En el caso del ilustre cántabro, que desde ahora da su nombre al premio al mejor profesional del año en el Circuito Europeo, el golf reunía las mejores características inyectadas de pasión original; del origen, quiero decir.
No es que “ya que juego voy a ponerle cariño”; no es “qué bien me lo paso, voy a echarle corazón”. Si uno ve videos de sus hoyos memorables, si observa cómo caminaba por el campo, cómo afrontaba los retos, puede entender que antes que con el hierro su golpe estaba escrito impulsado por su corazón, con la entera persona.
Una persona que era un artista en el sentido que daba a esta palabra el pianista Leonard Bernstein: “la clave del misterio de un gran artista es que, por razones desconocidas, regalará sus energías y su vida sólo para asegurarse de que una nota siga a otra … y nos deja con la sensación de que algo está bien en el mundo”.
El ganador del “Premio Seve Ballesteros” recibirá una bandeja circular de plata y oro de 46 centímetros de diámetro, que lleva inscritos los nombres de los ganadores europeos de “Grandes”, empezando por el primer Open Británico de Seve en Royal Lytham & St. Annes en 1979, alrededor de la imagen central que dibuja su famosa exclamación de júbilo levantando el puño en el green del hoyo 18 de St. Andrews, cuando ganó el Open Championship en 1984.
Asimismo, irán grabados en la bandeja los nombres de los anteriores merecedores de dicho premio: Padraig Harrington (2008), Lee Westwood (2009), Martin Kaymer (2010), Rory McIlroy (2011, 2014 y 2015), Luke Donald (2012) y Henrik Stenson en 2013.
El trofeo del Premio Severiano Ballesteros tendrá grabada una frase que el “padre” del Circuito Europeo, John Jacobs, dedicó a este español: “El formidable talento de Seve, su estilo y pasión por este deporte inspiraron a millones de personas por todo el mundo”.
Por eso será recordado siempre. Por eso Keith Pelley, CEO del Circuito Europeo no ha podido ser más claro: “considero un privilegio garantizar que su figura se mantenga viva en el Circuito Europeo por medio de este premio”.