Como ya es tradición desde 1948, tuvo lugar la gala MET, destinada a recaudar fondos para el Instituto del Vestido, que reside en el museo neoyorquino. La alfombra roja se convirtió, como era de esperar, en la más importante del momento, por encima de otras también exitosas como la de los premios Oscar o los Globos de Oro.
Lo más llamativo es que en el desfile por la alfombra roja los invitados e invitadas tienen que arriesgarse con estilismos que cada año se relacionan con un tema: el de la exposición que se inaugura.
El año pasado fue Manus x Machina: La Moda en la Era de la Tecnología. Este año la muestra está dedicada a la figura de Rei Kawakubo, la diseñadora de la marca Comme des Garçons.
Una de las estrellas de la gala fue la cantante Rihanna, fiel a la temática de la noche con un vestido extravagante y voluptuoso, compuesto por cientos de pedazos de tela en forma de pétalo en tonos rojos y rosas.
Anna Wintour, directora de Vogue USA y encargada de la gala, llegó a la alfombra roja con su eterna media melena rubia y un Chanel en tonos amarillos y con lentejuelas doradas, además de una banda de plumas en los mismos colores a media pierna.
Por otro lado, uno de los vestidos que más críticas positivas obtuvo fue el de la actriz Blake Lively, que acudió con su marido Ryan Reynolds y que vistió un Versace dorado, de profundo escote, con una colorida cola formada por plumones de distintos tonos azules.
También destacó la hija de Melanie Griffith, Dakota Johnson, que vistió un elegante Gucci negro con voluminosos hombros y falda, formados por grandes flores en el mismo color.
Katy Perry, fiel a su excéntrico estilo, llevó un vestido rojo con grandes volúmenes y volantes y pedrería del mismo tono, una larga cola en tul rojo que también cubría su rostro y un peculiar tocado con elementos metálicos.
También llamó la atención Kim Kardashian que sorprendió a todos por su inesperada sencillez. Llegó a la alfombra roja sin su marido, el cantante Kanye West, con un vestido blanco que dejaba a la vista sus hombros, y un sobria media melena lisa.
Su hermana Kendall Jenner lució un vestido de La Perla Haute Couture totalmente transparente que dejaba al desnudo gran parte de su torso, sus piernas, su espalda y sus glúteos.
Más recatada fue la pequeña del clan Kardashian, Kylie Jenner, que lució un diseño de Donatella Versace en tonos rosas con brillos, largos flecos y flores, y con un sencillo peinado liso en rubio platino y un corte por encima del hombro.
Sin duda la más llamativa fue Bella Hadid que optó por un mono gris que le quedaba como un guante y resaltaba sus curvas con mucha sensualidad. Cuyo escote llegaba hasta el final de la espalda.
Selena Gomez, muy bien acompañada por The Weeknd prefirió la sencillez, y optó por un diseño de Coach, la firma de la que es imagen, en tonos pastel, pero con abertura central en la falda y gran escote.