Hace más o menos un año Renée Zellweger apareció en los medios de comunicación con un nuevo rostro que dejó a todos boquiabiertos. Hacía tiempo que no se dejaba ver en eventos públicos, y a pesar de estar acostumbrados a sus cambios de imagen por sus distintos papeles, las redes sociales no dejaron de sorprenderse por su cambio de imagen.

Después del éxito de Bridget Jones´s Diary, Renée volvió a adelgazar y brilló en personajes en los que lucía una figura muy esbelta, como en la película Chicago. Tres años después volvió a engordar lo necesario para retomar su papel de Bridget, y luego volvió a su peso normal.

Mucho más delgada y con menos arrugas, así como un rostro más fino fueron algunos de las modificaciones que mostró hace unos doce meses. Un cambio que incluso levantó los rumores de que su nuevo aspecto le iba a costar el papel que le dio su mayor fama, el de Bridget Jones. Tras un tiempo, la actriz volvió a pasearse por las calles de Londres caracterizada por su famoso y carismático personaje 14 años después de haberse puesto en su piel por primera vez.

Hubo quienes vaticinaron el fin de su carrera e incluso se llegó a hablar de que la producción de la tercera entrega de la película, que ya se estaba preparando, estaba pensando en otra actriz para el rol de Bridget, ya que Renée Zellweger había cambiado tanto, sin embargo, no hizo falta.

En septiembre de 2016 llegará a los cines El bebé de Bridget Jones, la tercera parte de la saga, en la que la protagonista aparecerá totalmente saludable con su embarazo. El pasado fin de semana se dejó ver en una carrera solidaria para apoyar la lucha contra la ELA (enfermedad que popularizó el reto del cubo helado), y ya apareció con el rostro tan característico.

La actriz abandonó el rodaje que tiene lugar por estos días en Londres para volar a Los Ángeles y apoyar así la iniciativa de su publicista, Nanci Ryder.

Sinopsis de la película

La solterona cuyas preocupaciones sobre el trabajo, los hombres y sus curvas han dado lugar, tras muchas vueltas, a una feliz vida junto a su pareja, parece incompleta. Bridget (Renée Zellweger) y Mark (Colin Firth) quieren dar un paso más en su relación pero se encuentran con la terrible noticia de que no pueden tener hijos.

Con el instinto maternal a flor de piel, jones se dejará perder de nuevo en los brazos de su ex jefe, el seductor Daniel Cleaver (Hugh Grant). Dominada por sus impulsos y la necesidad de desconexión pagará muy caro el error de volver con Daniel, pues no tardará en darse cuenta de que está embarazada.

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