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TERENCE DAVIS

La poetisa Emily Dickinson y la fascinante historia de una pasión

De Emily Dickinson parten no pocas líneas de la mejor poesía moderna: las que conducen a Pessoa, Eliot, Steven y Cernuda y la que, a su modo, supo tan bien y también columbrar Juan Ramón.

Hechosdehoy / Ana María Preckler
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Este otoño se ha estrenado en Madrid la película Historia de una pasión, cuyo título original es mucho más bonito, A Quiet Passion, que trata de la vida de la poetisa norteamericana Emily Dickinson, nacida en Amherst en 1830 y fallecida en Massachussets en 1886.

La película está dirigida por Terence Davies que hace de ella una obra de arte. Tanto en lo poético como en lo estético. Una película a recomendar vivamente, no sólo por ser la vida de una de las poetisas más famosas de Norteamérica, cuyos versos son leídos a lo largo de la película llenándonos de emoción, sino por la película en sí misma dirigida con la máxima delicadeza y belleza plástica. Con fotografías y encuadres de una rara hermosura, acordes con la época, pleno siglo XIX, pero sobre todo acordes con las preciosas poesías de Dickinson.
 
Una vida la de Emily Dickinson ciertamente interesante, por su sencillez, por su lírica, por su modernidad y por su fascinante personalidad que refleja muy bien la película. Según escribe M. Manent en su libro y su prólogo de recopilación de muchas de los versos de la escritora, “La poesía de Emily Dickinson incita a leer la biografía de su autora. Esos poemas breves, intensos y contradictorios nos enfrentan con un alma enigmática, con una extraña vida de mujer”.

Una vida no exenta de excentricidades a pesar de que llevó siempre una vida hogareña en la casa familiar de Amherst; primero con sus padres, luego con su hermana Lavinia, cuando el tercer hermano Austin contrajo matrimonio con Susan Gilbert, gran amiga de Emily.

Así pues Emily llevó una vida en cierto modo fascinante aunque apenas salía de su hogar, teniendo una vida familiar muy entrañable. Es curioso que con una vida tan sencilla y hogareña la poeta escribiera unos versos de tanta hermosura, profundidad y lirismo, hasta el punto de compararla con el otro gran poeta norteamericano Walt Whitman, coetáneo suyo.
 
La poetisa, que permaneció soltera toda su vida, llevó una existencia casi monacal, dedicada a su familia, amigos y a sus escritos entre las que se encontraban, además de las poesías,  las numerosas cartas que la autora enviaba a sus amigos casi siempre acompañadas de un poema suyo y de alguna flor de su jardín.

Según nos muestra Terence Davies en su película, la escritora tenía un gran carácter, liberal y rebelde, lo cual la enfrentaba a veces con sus padres y hermanos. En absoluto era una mujer dócil y sumisa, respiraba rebeldía por todo su ser, lo cual extendía a la religión cristiana cuyo distanciamiento total o no, queda reflejado de un modo ambiguo en el film. Tuvo grandes amigas a las que dedicó muchos poemas y solo se le conoce un enamoramiento o tal vez dos, el que tuvo hacia un pastor protestante Charles Wadsworth, totalmente platónico y que influyó en su poesía.

Emily estudió en la Academia de Amherst y en el Seminario Femenino de Mount Holyoke, contra el que se rebeló y se negó a abrazar la fe calvinista, en extremo puritana, que practicaban, aunque siempre mantuvo dudas de fe.
 
En 1861, el pastor Wadsworth fue destinado a San Francisco lo cual afectó a los sentimientos de Emily por la distancia que tuvo que sobrellevar, aunque solo fuera un amor espiritual. A partir de entonces comenzó a vestir de blanco en lo que ella llamaba su blanca elección, recluyéndose cada vez más en su hogar. Los años sesenta fueron de gran creatividad. En esos años inició su correspondencia con el crítico literario y periodista Thomas Wentworth Higginson según ella “su amigo más seguro” pero éste no consideró dignos de publicar sus poemas por lo que su posible ayuda quedó frustrada.

“En Abril de 1882 murió el pastor Wadsworth. Solo se conserva una de las cartas cruzadas entre él y la escritora; en cambio los amores tardíos de Emily Dickinson con el juez Lord, que fue amigo de su padre, se reflejan en diversas cartas y borradores” (Manent).
 
En 1882 murió la madre de la poetisa; Otis P. Lord en marzo de 1884. Aquel mismo año Emily sufrió un gran decaimiento nervioso y desde entonces fue empeorando su salud. En los últimos tiempos apenas salía de su casa. Cuidaba a su madre, cultivaba el jardín, escribía versos y solía buscar la compañía de los niños. Murió el 15 de Mayo de 1886.

Emily Dickinson fue una escritora contradictoria “oscilando a menudo entre actitudes opuestas”, “todo el tremendo drama de su existencia se desplegaba para ella en su estancia, en su jardín y en su alma. Fue la suya externamente monótona pero de una rara intensidad. Emily Dickinson meditó las cosas últimas, se embriagó de misterio y dio un inolvidable perfil poético” (Manent). Publicó pocos poemas en su vida, fue su hermana Lavinia quien descubrió escondidos en su dormitorio 40 volúmenes encuadernados a mano, además de los poemas que enviaba en sus cartas a su familia y amigos.
 
Terence Davies en su película Historia de una pasión ( A Quiet Passion, 2016 ), narra de forma más o menos precisa las pinceladas que hemos esbozado de la biografía de Emily Dickinson. Es una película de minorías y conviene verla después de leer algo sobre su vida y su obra.

La belleza de la película es impactante, por los versos recitados, por la música selecta, por las delicadas escenas de interiores y exteriores de gran elegancia plástica, como cuando ella se encuentra escribiendo o leyendo delante de su escritorio, bajo una luz cenital que ilumina suavemente la estancia en la que se halla a solas, escenas que nos evocan al pintor flamenco Vermeer. La actriz que encarna a la poeta, Cynthia Nixon, es magnífica y hace un fiel retrato de la escritora.
 
Concluimos esta crónica con unas palabras del poeta Jaime Siles en el ABC cultural del 28 de Octubre de 2016. Dice Siles: “De Emily Dickinson parten no pocas líneas de la mejor poesía moderna: las que conducen a Pessoa, Eliot, Steven y Cernuda y la que, a su modo, supo tan bien y también columbrar Juan Ramón. Emily Dickinson fue – y sufrió por ello – sobre todo eso: una fundadora de lo más íntimo de la modernidad”.
 
 

Poema de Emily Dickinson
( en inglés y castellano )
 
Sabré el por qué cuando termine el tiempo          
 
I shall know why –  when time is over –
And I have ceased to wonder why –
Christ will explain each separate anguish
In the fair schoolroom of the sky.
 
He will tell me what Peter promised
And I – for wonder at his woe –
I shall forget the drop of anguish
That scalds me now – That scalds me now !
 
 
Sabré el por qué cuando termine el tiempo
Cuando no me pregunte ya a mí misma;
Nos explicará Cristo toda angustia
En el aula del Cielo, clara y linda.
 
Me dirá la promesa que hizo Pedro
Y yo, de su aflicción maravillada,
Olvidaré esta gota de amargura
Que me atormenta ahora, que me abrasa.   
 
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