Empresas tan importantes en el mundo digital como Microsoft, Apple, Amazon o Google están apostando fuertemente por esta tecnología que tiene parte de “presente” pero sobretodo mucho futuro, siempre que se solucionen problemas y se despejen muchas incógnitas.
El mayor temor es que alrededor de iniciativas más que interesantes, se acabe construyendo una burbuja, que como otros negocios tecnológicos estalle y se lleve por delante muchos de los proyectos que se están desarrollando, acabando o ralentizando su desarrollo.
El problema para los usuarios
¿Es “la nube” la solución ideal para los usuarios? Sí y no. Mientras trabajo en casa o en la oficina con una conexión estable, es más que cómodo tener nuestros datos en una unidad virtual y poder acceder y compartir estos sin necesidad de ir cargando con unidades de disco duro externas. Pero ese es el problema, que no en todos los lugares tenemos una conexión preparada para ello.
La calidad y precio de los datos móviles está mejorando, pero no es suficiente. Las conexiones de datos son y serán la principal fuente de ingresos para las operadoras, de hecho, tenemos muchas tarifas con llamadas y SMS ilimitadas que van subiendo el precio según contratamos más gigas.
Ahora mismo, por unos 60 euros al mes tenemos acceso a 6-8 gigas de datos con la tecnología 4G que garantiza altas velocidades. Pero por un lado estas tarifas no son suficientes para usos profesionales (que incluyen cargas y descargas importantes de datos) y por otro la 4G aún es un privilegio para las grandes ciudades. Por ello, para que el usuario profesional, que es el que más provecho saca de todas las posibilidades, se tiene que trabajar para que la red de datos móvil sea más barata y universal.
Dificultades para las empresas que prestan el servicio
Monetizar las grandes inversiones es el problema por parte de las empresas que desarrollan estos productos. Los que desarrollan aplicaciones, como es el caso de Microsoft a través de su nuevo paquete de Office 365 ofrece acceder a sus aplicaciones y archivos desde prácticamente cualquier lugar (PC, Mac y tabletas) y siempre están actualizados, pero requiere el pago anual de licencia. ¿Por qué no triunfa?
Se percibe como mucho más caro que si compramos una licencia y la instalamos en nuestro ordenador, con un único pago. Y es que, incluso más que en los sistemas operativos, el usuario es reacio en cambiar de programa ofimático, tanto por “costumbre” como por inversión. Por todo ello, de momento, Office 365 no está cuajando.
Igualmente pasa con el almacenamiento. Decenas de empresas están realizando fuertes inversiones en sistemas de almacenamiento y seguridad del mismo sin que de momento se vea la rentabilidad. Volviendo a otro gigante, Apple, ofrece un espacio en su servicio de almacenamiento iCloud gratuito para todos sus usuarios, escalándose a pago si se necesita una mayor capacidad.
En la práctica, la mayor parte de sus usuarios no suben de la versión gratuita. De momento, con la bajada de precios de los sistemas de almacenamiento físicos (llaves usb de mayor capacidad, discos duros) la nube aún no convence a muchos.
La formación en virtualización
En la práctica y siempre en los entornos más profesionales que abren tendencia antes del usuario más corriente, las soluciones en la nube se van implementando junto con las físicas. Esta situación intermedia es la que vencerá en un futuro más cercano, eso sí, ganando peso la virtualización.
Por ello elegir en formarse en virtualización es una apuesta segura: servidores, seguridad, comunicaciones… La escalabilidad de las soluciones en la nube hacen que desde un usuario doméstico, una pyme o una gran empresa pueda optar por los nuevos estándares de almacenamiento que poco a poco irán ganando peso.