La muerte de dos de las grandes figuras empresariales españolas, Emilio Botín y este domingo Isidoro Álvarez, con tan sólo cuatro días de diferencias han planteado bruscamente cambios generacionales en dos de los buques insignias de nuestra economía, Banco Santander y El Corte Inglés pero con más diferencias que semejanzas.
Este lunes, Ana Patricia Botín preside su primera Junta General de Accionistas de Banco Santander, con una normalidad asumida también por el mercado que ha asumido una transición bien hecha, planificada desde hace años a la que hay que unir el estar siempre rodeado por buen equipo de profesionales en el puesto de Consejero Delegado, primero Alfredo Sáenz y ahora Javier Marín.
En El Corte Inglés las cosas son distintas, en primer lugar por el capital ya disgregado entre muchos miembros que incluso ha llevado a enfrentamientos judiciales y en segundo lugar por el escaso peso de profesionales independientes. La entrada de Manuel Pizarro como adjunto a la presidencia ha sido tardía como han demostrado los hechos. Con todo ellos, se ha perfilado como heredero del cargo al sobrino de Isidoro Álvarez, Dimas Gimeno Álvarez, consejero director general de tan sólo 39 años de edad, otra gran diferencia con el Banco Santander.
Aunque El Corte Inglés ha cerrado este ejercicio con beneficios y mejores resultados que en los años precedentes, la coyuntura no es sencilla. Para muchos perdió hace años una posición privilegiada que le pudo llevar a conseguir otras metas. Con un mercado español boyante y con una clara posición de dominio, la empresa optó por la opción menos arriesgada, no dar el salto a mercados en crecimiento como hubiera sido América Latina y hacerlo orgánicamente (principalmente con recursos propios) en España, donde había poco que ganar y mucho que perder.
El único salto a la internacionalización lo hizo de forma moderada en Portugal, y cuando España y el país vecino entraron en recesión. Los problemas de la empresa se agravaron de forma continua. Este no ha sido el único escollo, ya que también fue lenta en reflejos en adaptarse a los cambios de hábitos del consumidor y nuevas metodologías empresariales que se les vino encima como si se tratara de una tormenta perfecta.
Por el lado de los consumidores, no ha sabido de momento dar respuesta adecuada la irrupción del comercio electrónico a pesar de su posición privilegiada, especialmente el prestigio y seguridad de marca. Un ejemplo lo tenemos en la fuerte entrada de Amazon en España que cada día crece en cuota de mercado por la combinación de amplia gama de productos, buenos precios y en algo que increíblemente falla El Corte Inglés en los plazos de envíos.
En el lado de la competencia lo ha notado especialmente en alimentación con el fenómeno Mercadona que ha arañado una buena cuota de mercado a El Corte Inglés y a otras cadenas de hipermercados tal y como lo ha hecho el Grupo Inditex (Zara) en ropa. La respuesta de abrir fórmulas que compitieran directamente contra estos establecimientos (Supercor en alimentación y Sfera en textil) no han funcionado y han sido experimentos costosos. Y tan sólo rebajando precios, y por tanto márgenes y beneficios, han podido parar la sangría.
Ahora toca crecer y estabilizarse, teniendo en cuenta que actualmente tienen bastantes centros, los que crecieron al calor de un crecimiento económico en España no real, que se encuentran en pérdidas. Toca también adaptarse al consumidor, que sigue valorando la calidad pero lo hace mucho más con el precio. Y por último aprovechar la fuerza de una marca para cuando las aguas en España estén tranquilas. Pensar con más fuerza en abrir mercado fuera de nuestras fronteras. Con grandes espacios en los mejores centros comerciales alquilados a las grandes marcas, si se quiere crecer, hay que mirar en otros países para no volver al estancamiento. Grandes retos para los sucesores de Isidoro Álvarez.
– El Corte Inglés abrió un compás de espera (el grupo no cotiza en Bolsa) para acometer la sucesión tras la muerte este domingo de Isidoro Álvarez como consecuencia de una insuficiencia respiratoria que ha derivado en una crisis cardiaca inesperada.
– Como destacó Hechos de Hoy, Dimas Gimeno -sobrino de Isidoro Álvarez y consejero director general junto a Manuel Pizarro, adjunto al presidente- en primer plano. En el Consejo, Carlota Areces, sobrina del fundador y prima del presidente fallecido; Leopoldo del Nogal; Juan Hermoso; Florencio Lasaga; Carlos Martínez, y Paloma García.