España lleva sufriendo un incremento moderado de su prima de riesgo desde el verano que ha hecho superar a la italiana. Las incertidumbres políticas están pesando sobre unas perspectivas económicas complejas.

España cerrará el 2015 siendo uno de los países con más crecimiento económico a nivel mundial en un entorno global muy complicado con unas claras previsiones de empeoramiento. A pesar de ello, las previsiones para el 2016 siguen siendo buenas, algo inferiores que las de este año pero con buenos fundamentos a pesar. Con todo ello, este año presumiblemente creceremos por encima del 3% y el próximo año del 2,5%. Aún así, hay condicionantes que pueden marcar el devenir económico.

Condicionados por el calendario político

Las elecciones del 20 de diciembre y las grandes dudas sobre el posible resultado marcarán el primer obstáculo económico, al menos ya lo están haciendo de forma de subida de prima de riesgo, aunque esta ha descendido en los últimos días. Esta incertidumbre está llevando a que el Tesoro Público esté pagando más intereses por la Deuda en este segundo trimestre que en el arranque de año. El peor escenario sería si no se generaran posibilidades de mayorías o pactos claros en cualquier sentido.

La fecha de las elecciones, en pleno arranque de Navidad puede llevar a que se dilaten los acuerdos, y ese es sin duda el escenario que menos gusta a a los analistas. Con todo ello, veremos muchas oscilaciones y más de un pequeño susto en los próximos meses.

Fortalezas y alguna debilidad

A pesar de ello, la mayoría de los analistas son optimistas. Se desacelerarán ciertas magnitudes, muy condicionados con el exterior y también con aspectos internos. En el primero nos enfrentamos a un horizonte económico complejo con una clara caída de países emergentes, en Asia y especialmente preocupante para España, en Iberoamérica. Esta caída global la notaremos en exportaciones y que en nuestros países de nuestro entorno (especialmente Alemania) notarán más los problemas de Asia y seguirán sin crecer.

El panorama exterior no será sólo negativo, también tiene un claro aspecto positivo, la caída del precio del petróleo. Un crudo por debajo de 50 dólares rebaja enormemente la factura energética y hará que la balanza exterior acabe siendo positiva.

Otro punto que notará un descenso es el consumo interno. El crecimiento importante que arrancó en 2014 se basa en que en años anteriores este se había hundido. Aunque el crédito fluya algo más y haya recuperación salarial no compensará una tendencia que ya se está viendo, la mayor ganancia de los hogares está empujando a la recuperación del ahorro.

En el lado positivo tenemos el turismo y la construcción. El primero seguirá aportando crecimiento económico y empleo sólo con las dudas sobre una desaceleración en el medio plazo de las altas tasas de crecimiento del turismo asiático. El que si seguirá creciendo y aportando empleo será la construcción. No veremos tasas como las de antes de la crisis, ni en el medio plazo, pero sí como se reactiva la construcción de vivienda.

Con todo ello, el empleo seguirá recuperándose pero de forma más lenta que en este año, lo cual hará que continúen desequilibrios como el coste de pago de prestaciones o que se siga usando el Fondo de Reserva de la Seguridad Social para el pago de pensiones.