Si bien el mundo científico aún desconoce el motivo por el que comienza a producirse el deterioro cerebral que llamamos Alzheimer, es cierto que la investigación sobre este aspecto de la enfermedad no ha cesado en los últimos años, arrojando algunos resultados.

Se ha valorado la importancia de diversos factores que podrían actuar como activadores de ese deterioro: un estrés sostenido en el tiempo, carga genética, incluso un menor desarrollo en destrezas intelectuales, previo a la manifestación de la enfermedad.

Pues a todas estas posibles causas o agravantes de un estado anterior de deterioro cognitivo ahora se suma otro nuevo factor.

El Group Health Research Institute de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, y sus especialistas realizaron un estudio sobre más de 2.000 pacientes mayores de 65 años, en el que observaron la incidencia que un alto nivel de azúcar en sangre, -mantenido durante cinco años-, tenía sobre el estado de los pacientes y como aumentaba las probabilidades de trastornos cognitivos graves.

Se comprobó como, en personas sin diabetes, el riesgo de demencia aumenta en un 18% si se mantiene un nivel de glucosa de 115 mg/dl. frente a las personas que mantienen ese nivel en 100 mg/dl.

Entre los pacientes diabéticos, que suelen tener estos niveles más altos, el riesgo de cursar una demencia aumenta en un 40% si se mantiene una tasa de glucosa de 190 mg./dl. frente a las personas que se mantienen en una media de 160 mg/dl.
En ambos casos, con o sin diabetes previa, se ha comprobado que a mayor nivel de glucosa en sangre, mayor riesgo de padecer una demencia.

El doctor Crane, director del proyecto de investigación, manifestó que los resultados se obtuvieron a través de un estudio de observación. Y que, si bien son importantes, todavía no se tienen datos suficientes para afirmar que cambios en la alimentación –con el objetivo de bajar la tasa de glucosa- puedan tener un efecto de mejora frente al riesgo de demencia.

Es de esperar que esta investigación siga adelante y que en un futuro no lejano podamos tener datos más claros y determinantes acerca de la importancia de la alimentación en los procesos de demencia, incluida la Enfermedad de Alzheimer.

De momento habrá que ir pensando en endulzarnos la vida con menos azúcar… ganaremos en salud y quizás evitemos la temible demencia.