Hay que aceptarlo, aunque muchas personas sueñan con tener su propio negocio y ser dueños de su tiempo y actividades, no todas las personas se atreven a hacerlo. No los culpo, es un movimiento de riesgo que debe hacerse teniendo la plena convicción de que estás dispuesto a luchar para lograr tu meta. Lo más probable (99%) es que no sea nada sencillo. Si estás debatiéndote entre hacerlo o no, mira estos trucos para tomar decisiones en Gananci.

Muchos emprendedores se encontraban como tú antes de empezar con sus negocios. Se preguntaban si valdría la pena arriesgar su estabilidad y la de sus seres queridos por perseguir su sueño. Pero si hoy les preguntas si lo volverían hacer, la mayoría te respondería que sí, a pesar de que hayan tenido fracasos.

Si en este momento tienes una idea para emprender y muchas razones para hacerlo, pero no terminas de atreverte -por la razón que sea- mira a continuación estos pasos que te ayudarán a analizar tu situación y que te deshagas del miedo a lanzarte.

1.- Autoevalúate objetivamente: si miras la cifra de emprendedores es normal que sientas inseguridades. Estas cifras son alarmantes, pero si tomas en cuenta el hecho de que muchas personas empiezan a transitar el camino del emprendimiento sin hacer la tarea previa, tu miedo puede empezar a disiparse si estás dispuesto a hacer las cosas de manera distinta.

Por ejemplo, las estadísticas dicen que en el mundo digital 9 de cada 10 empresas fracasan en algún punto. Lo bueno de saber esto es que el camino ya ha sido transitado. No tienes que volver a cometer los errores si alguien ya los cometió.

Hazte las preguntas: ¿tengo lo que se necesita para ser un emprendedor? O, ¿estoy dispuesto a hacer lo que se necesite para convertirme en uno?

2.- Mira los ejemplos: los primeros emprendedores tuvieron un camino muy difícil. Cuando se decide innovar la gente puede tacharte de loco, iluso o irrealista. Ahora, este tema no es tabú, sino que de hecho, está de moda. Válete de estos ejemplos anteriores de éxito y copia las cosas que sean necesarias en cuanto a procedimientos.

Si tienes una idea base para tu emprendimiento busca casos similares de éxito en Internet. Revisa qué fue lo que ellos hicieron bien y cuáles fueron sus tropiezos al inicio. Esto puede darte una idea sobre el camino que debes tomar y cuáles evitar.

3.- Prepárate: la capacitación es uno de los puntos fundamentales que te darán seguridad acerca de lo que quieres hacer. Investiga, lee y nútrete de información para que una vez estés llevando a cabo tu proyecto te sientas preparado al respecto.

Lo mejor que puedes hacer es tener una actitud positiva y de que todo es posible. Si tienes la actitud adecuada, a pesar de que exista algo de miedo -esto es normal- esta te dará un buen empuje y la motivación para lograr las cosas.

4.- Redacta un plan de negocios: si todavía no te has decidido a emprender, puedes hacer un plan de negocios. Puedes ver qué es lo que se necesita y asesorarte con algún experto para que logres un trabajo excelente.

Cuando haces un plan de negocios descubrirás que sí es posible lograr el éxito siendo emprendedor, sabrás cuáles son los problemas que tienes y podrás corregirlos, le inyectarás energía positiva a tu proyecto así que lo más probable es que termines llevándolo a cabo.

O por el contrario, realizar un plan de negocios te abrirá los ojos para darte cuenta de que la idea que tienes no es la mejor para desarrollar en donde te encuentras.

5.- Visualízate: imagínate a ti mismo logrando los resultados que quieres. Analiza en tu mente el local o la página web de tus sueños, con el diseño que deseas, funcionando de la manera como podría salir si tienes éxito. Saborea el triunfo y permítete colmarte de los sentimientos que experimentarías en ese caso.

Ahora que has hecho este ejercicio, esa debe ser una motivación a la acción donde, a pesar de que exista miedo por el riesgo, la posibilidad de conquistar cosas mayores te hace querer comprometerte a lograrlo.

Por último, recuerda que el miedo nos protege, así que no es malo. Lo sientes porque estás vivo. Lo que puede ser positivo o negativo es cómo reaccionas a partir de él. ¿Te paraliza o te mueve a la acción?