A menudo buscamos fuera de nosotros mismos la solución a un problema, la receta para mejorar o simplemente la forma de superar un obstáculo, cuando en realidad podemos obtener claves muy valiosas para superar estos retos observándonos a nosotros mismos. De esta forma evolucionamos y nos sentirnos más preparados para afrontar cualquier situación en el futuro.
En el tenis se ve esto de una forma muy clara. Un alumno es capaz de mejorar algún aspecto de su técnica simplemente a través de la observación y toma de conciencia. El entrenador le puede indicar en qué aspecto fijarse, por ejemplo, “dónde acaba tu raqueta después de golpear la bola”, y el alumno es más que probable que por el simple hecho de poner la atención en ese aspecto de su golpe, consiga evolucionar y mejorar la terminación mejorando así la técnica por sí mismo.
Para mí liderar consiste en “sacar lo mejor de otras personas para lograr un fin”. Pero, ¿cómo me puedo liderar a mí mismo?.
A través de la autoobservación. Qué pienso, qué siento en determinada situación. Me convierto en un observador “imparcial” de mi mismo y tomo decisiones con toda la información que obtengo para experimentar y volver a observar.
Recuerdo el caso de un cliente en un proceso de coaching que se alteraba mucho en las reuniones de trabajo, queriendo muchas veces imponer su criterio. Un primer paso fue “observarse” a si mismo en esas reuniones y detectar cuál era su nivel de “tensión”. El sólo hecho de observarse le permitió estar mucho más tranquilo y descubrir la forma de “liderarse” en esas reuniones para lograr sus objetivos.
Tim Gallwey, en su libro “El juego interior del estrés”, recomienda una simple herramienta que resulta muy útil para liderarnos a nosotros mismos, la denomina STOP (son las siglas en inglés para “step back, think, organize, proceed”).
En resumen, lo que Tim Gallwey nos propone es que siempre que lo necesitemos, especialmente cuando vemos que la inercia propia o de una situación nos arrastra, hagamos un “alto” o “stop” que nos permita afrontar con más éxito la situación. Se divide en cuatro pasos:
1. Retrocede, apártate de la situación, incluso físicamente si puedes: busca un lugar tranquilo tomando cierta distancia de la situación.
2. Piensa: ¿qué estoy haciendo?, ¿qué quiero conseguir?, ¿para qué?, ¿cómo me siento?, etc.
3. Organiza: con toda la información obtenida, ¿qué quiero hacer ahora?, ¿cómo lo voy a hacer?, ¿qué pasos voy a dar?, etc.
4. Procede: vuelvo al lugar que había abandonado temporalmente para proceder con seguridad y buen ánimo, sabiendo lo que quiero hacer.
¿Siento en alguna ocasión que la vida o una situación me conducen a donde yo no quiero ir? Tengo la sensación de que no estoy haciendo lo que debo? Te invito a que hagas un STOP , grande o pequeño, que te permita tomar conciencia de la situación y actuar como tú quieres. Serás más líder de ti mismo.
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