El fin de la Semana de la Moda de París llegó con el adiós, también, de Christophe Lemaire. El diseñador abandona el puesto de director creativo de la casa Hermés con una colección de despedida que los expertos tacharon de especial aunque sin tirar fuegos artificiales.
En su despedida como director artístico de Hermès, el diseñador francés Christophe Lemaire ofreció un sinfín de propuestas para la mujer sofisticada. (Foto: @vogue)
“Trabajar para Hermes ha sido un privilegio, una experiencia profundamente enriquecedora, tanto en el plano humano como profesional. Mi propia marca está creciendo significativamente y a partir de ahora quiero dedicarme a ella plenamente", comentó el diseñador de la casa.
El monocolor en blanco y crema permitió que se valoraran unas formas que también fueron capaces de resaltar los estampados y el exquisito trabajo del cuero. (Foto: @vogue)
En la colección se pudieron ver vestidos con amplios estampados, inspirados en su gran mayoría en los emblemas de la casa. Asimismo, los dibujos abstractos, los vegetales y los ecuestres también dieron rienda suelta a colores tranquilos y sosegados. Destacan también las chaquetas de punto con estilo garçon al igual que los sastres en azul marino.
Quién no dejó indiferente a nadie fueron las colecciones de Alexander McQueen al igual que su puesta en escena del desfile de la Semana de la Moda de París. Todas las modelos salieron con máscara negra de látex en la cara, y presentaron las tendencias de la primavera/verano 2014-2015 de la firma en las que destacaron los motivos florales.
El negro fue uno de sus colores protagonistas que bailó con los rojos, rosas y plateados a través de potentes salpicaduras. "Es una caja con quimonos de geisha que he ido coleccionado durante años", explicaba en el backstage Sarah Burton.
Los más llamativo de Alexander McQueen fue el escenario que incluía dos voluptuosas esculturas de orquídeas del artista Marc Quinn. (Foto: @sandy_cca)
El objetivo de Burton era convertir a las sumisas y estilizadas geishas japonesas de la tradición japonesa en figuras independientes y modernas, e incluso darles un toque guerrero a través de la correas. Una fuerte inspiración geisha cuyo simbolismo japonés se mostraba a través de los ligeros vestidos.
Como último plato fuerte de la Semana de la Moda de París destacó Louis Vuitton que supo convertir el recinto en una nave espacial que trasladó al público al universo a través de la colección de primavera-verano de la firma de LVMH. De esta manera, cumplió el doble cometido de mantener vivo un ámbito surrealista al mismo tiempo que trasladó las emociones al edificio del arquitecto Frank Gehry.
Es una colección dinámica y fresca en la que se saca partido del savoir faire tan apreciado en Louis Vuitton. (Foto: @layka_ope)
En este sentido, recuperó la estética de la ciencia-ficción con mangas cortas de hombros construidos, rayas diagonales o perpendiculares y largas cremalleras centrales. Los cuellos fueron cerrados o subieron altos y se abrocharon con un lazo en un desfile que propuso un repertorio de vestidos cortos de aires.
Chaquetas y vestidos hechos con tiras de cuero acharolado en colores contrastados y combinándolas en vertical y horitzontal fueron sus referentes. (Foto: @osrtisjgtn)
También fueron protagonistas vestidos de sueños étnicos, compuestos por un corpiño holgado, mangas anchas por debajo del codo y falda con vuelo, y otra de pantalones anchos pesqueros de cintura alta. Pendientes grandes, medias negras y botas de caña alta fueron los complementos.