Nuevo dramatismo. Muy larga reunión del Eurogrupo que se interrumpió a las 12:00 de la madrugada del sábado para continuar este domingo a las 11:00. Es un debate a contrarreloj porque a las 16:00 está convocado el Consejo Europeo. De nuevo en activo el teléfono rojo entre las capitales de Europa y la atención de la Casa Blanca.
Es un domingo crucial de decisiones finales. El Banco Central Europeo ante una nueva prueba el lunes 13. Horas de incertidumbre al quebrarse la relación con Alexis Tsipras y ponerse en duda su palabra y su compromiso. Finlandia planteó un punto final al docudrama griego.
Frenazo a quienes pensaron en un desenlace inmediato del tercer rescate planteado ahora por Alexis Tsipras. Fundamentalmente se ha quebrado un clima de confianza. Hay recelo político y económico. Es una sensación nueva en la Eurozona donde se estima que los platos roto (como es costumbre en Grecia) no han supuesto esta vez un idilio de pasar página (ver en Hechos de Hoy, Cautela en el Eurogrupo tras los apoyos en Atenas al plan de Alexis Tsipras).
El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, ha planteado dos posibilidades. Lo hizo antes de entrar a la reunión del Eurogrupo. Expuso su reflexión al Franfurter Allgemeine Zeitung (FAZ).
La primera hipótesis es la de la exclusión temporal de Grecia de la Zona euro. Se produciría por un periodo de al menos cinco años. Estaría acompañada de una reestructuración de la deuda y un programa de ayuda humanitaria.
La segunda hipótesis apunta a una mejora rápida e inmediata de las medidas presentadas por Alexis Tsipras. Para esta segunda cuestión falla el tiempo. Angela Merkel y François Hollande quieren la respuesta definitiva este domingo.
Es evidente que no se quiere en la Unión Europea la salida de Grecia de la Zona euro. Pero a la vez, Grecia no puede ser expulsada. Habría que cambiar los tratados.
Si se entra en este escenario de callejón sin salida, estallaría la crisis financiera. Si no hay un acuerdo el domingo 12, el lunes 13 el Banco Central Europeo (BCE) podría suspender la financiación de emergencia a Grecia. Supondría la quiebra de todos sus bancos. Deberían ser reestructurados y recapitalizados con una divisa paralela.
Son horas de suspende de nuevo en este fin de semana pese a que el tono sea menos dramático pero no por ello trascendente.
