El gobierno dominicano abordó el tema de la situación de crisis política de la República de Haití en un encuentro sostenido en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSONU) exhortando a la comunidad internacional proporcionar más cooperación en ayuda humanitaria y recursos para inversión en infraestructuras y generación de empleos.
Haití padece desde el 2019 una aguda crisis económica que ha afectado sus finanzas públicas con la merma de ingresos fiscales, presión inflacionaria, aumento en el precio de los combustibles, devaluación del gourde, su moneda nacional. En diversas ocasiones, la oposición política al régimen de Jovenel Moise ha pedido su renuncia de la jefatura del gobierno.
Moise fue electo en febrero del 2017 con un 55.67% en segunda vuelta y su mandato termina en el 2022. El Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó en el 2019 una ayuda sin intereses de 229 millones de dólares bajo un Acuerdo de Facilidad Crediticia.
El mandatario haitiano estuvo en la toma de posesión de su colega dominicano Luis Abinader, y su presencia pudiera inferirse como un gesto de buena voluntad en las relaciones bilaterales entre ambos pueblos.
El canciller dominicano Roberto Álvarez, en presencia virtual en la ONU, abogó por la permanencia de la Oficina Política Integrada para Haití (BINUH) aprobada por la Resolución 2476 (RD se abstuvo de votar) a raíz del término de la misión de paz de la Minustah en 2017.
Álvarez, un abogado internacionalista, reiteró a los miembros del Consejo de Seguridad "que no hay ni podrá haber una solución dominicana a la situación haitiana". Subrayó que República Dominicana, que comparte la isla La Española con Haití, "está muy preocupado por la crisis social, económica, sanitaria y política a gran escala que sacude a la república hermana".
Hace días, el presidente haitiano anunció que organizará elecciones libres, aunque no determinó fecha. Opositores al régimen han insistido que la salida a la crisis política es la conformación de un triunvirato provisional sin Moise, como paso previo a unas elecciones libres.
Haití, es el país más pobre del hemisferio con un ingreso per cápita, según el Banco Mundial, de 755 dólares. El 70% de su población vive de la subsistencia agrícola.