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¿SABEMOS QUIÉN GANARÁ?

The Players: pronósticos de ganador para un torneo de incertidumbres

Mientras en el turno de mañana Jimmy Fleetwood se colocaba líder en Casa Club, por la tarde le empataba en la cumbre Keagan Bradley. ¿Quién ganará? Tres españoles buscan triunfar en el TPC Sawgrass.

Hechosdehoy / José Ángel Domínguez Calatayud
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Estábamos viendo la primera jornada del The Players en la Sala de televisión de la Casa Club. El grupo lo componíamos los habituales: mi bellísima prima Margarita, el ecuestre primo Gonzalo, y dos socios veteranos que forman parte de una peña conocida como “Jóvenes Promesas”.

Lo de “promesas” ni en broma; y lo de “jóvenes” depende con quien los comparemos. Pero les doy una pista: uno de los dos que estaba con nosotros, Amateur 2, es el de menor edad de Jóvenes Promesas y cobra pensión de jubilación desde este año. El otro del grupo era Amateur 1.  Y yo, claro está.

Veíamos los primeros compases del torneo y enseguida surgió la tentación de hacer una porra, apostar por quién alzaría por primera vez en la historia de Ponte Vedra el nuevo trofeo obra de Tiffany.

De común acuerdo se decidió hacer algo distinto; en vez de dar sólo el nombre del ganador, estábamos de acuerdo en aventurar quién sería el mejor hispano, quién el mejor europeo y el mejor estadounidense. Y, por supuesto, el campeón.

Para el mejor hispano, los más veteranos apostaron por Sergio García; una puja conservadora a favor de quien ya lo ganó en 2008. Margarita, apoyada en su deseo, votó por Rafa Cabrera Bello, que lleva un buen comienzo de año. En fin, el fogoso primo Gonzalo, daba un salto imaginativo y se mantenía en la duda entre Jonathan Vegas y Jon Rahm.

Más fácil era coincidir en quién presentaría la mejor tarjeta de entre los del Viejo Continente: un trío se llevaba los votos: Rory McIlroy que está en gran forma en este principio de año y, por supuesto la que fue gran pareja de la Ryder: Fleetnari o Moliwood, como prefieran.

La dificultad con el mejor estadounidense era mucho mayor. La nómina es extensa y de gente muy preparada. Entre los jugadores veteranos no había muchos favoritos: Keagan Bradley y el defensor del título, Webb Simpson. De los más jóvenes tuvo sus votos uno especial, Bryson DeChambeau, uno de ellos de mi prima Margarita; “es tan mono”, se le escapó. Tiger Woods, que obtendría su tercera victoria en The Players fue votado por Gonzalo. Pero Gonzalo sólo sabe de golf lo que publica Hola. ¿Y por qué no un segundo título de Rickie Fowler?

Pero la dificultad real es anticipar quien será el campeón este domingo. Siempre hemos dicho que, como la vida nuestra, el golf es pura incertidumbre; puedes no jugar muy bien pero ganar. Y puedes jugar muy bien y perder.

Nada está hecho. Es más, cada instante está todo por hacer. Como lo que hicimos ya no lo haremos, sólo nos queda hacer lo que resta. Y lo que resta es todavía dudosa nube de inexistencia. Nada será como es. Hay quién dice que ni siquiera el futuro es ya lo que era.

Pues eso es lo que tiene el golf antes de empezar. Incluso cuando ya está en marcha una ronda, ¿quién sabe el nombre del vencedor? La sorpresa puede siempre saltar, como lo hizo hace dos años cuando ganó Kim Si-Woo. Amateur 2 se lanzó en este sentido a jugársela por Cameron Champ, un novato (rookie) que ya ganó en  el Sanderson Farmer en octubre pasado.

Amateur 1, siempre meticuloso se tiró diez minutos de discurso para apostar por el portentoso Brooks Koepka.
Por su parte Gonzalo se inclinó por Justin. Le parecía, dijo, un chico prometedor y con una buena presencia.

La duda que teníamos Margarita y yo era si nuestro primo se refería a Justin Rose, actual Nº 1 del mundo o a Justin Bieber, el joven cantante canadiense más asiduo del  papel cuché. Mi prima me guiñó un ojo en clara señal de que no hiciera sangre y le apunté como favorito al golfista británico.

Hubo otras muchas apuestas de otros señores socios que se habían incorporado al sarao. Unos por el divertido jaleo y otros por estar cerca de Margarita que ya me indicaba que nos fuéramos a cenar. Ella apostó por Dustin Johnson, aunque lo veía entelerido, cabizbajo y desmotivado.

.- Y tú, primo, por quién votas?
.- Ejem – dije para ganar tiempo –, pues verás: ya dije que la perplejidad es hija de la incertidumbre y …
.- No te enrolles, que sólo faltas tú.
.- Bueno es que depende – dije intentado retrasar mi compromiso.
. ¡Venga!, ¡Venga! – jaleaba un animada tribu de “Jóvenes Promesas”-: Suelta ya tu nombre del campeón.

.- Xander Schauffele  -dije convencido. En esta temporada tiene 8 apariciones, 7 Top 25; 2 Top 10,  y 2 victorias. Aunque me gustaría que fuese un español.

Durante la cena en un conocido restaurante del centro, Margarita y yo seguimos charlando de lo importante: el golf y la gestión de la incertidumbre. L’incertitude, dicen los franceses.

Ya lo escribía Mario Benedetti en su poema “A tientas”: “no importan la distancia ni el horario/ni que el futuro sea una vislumbre/o una pasión deshabitada/a tientas hasta que una noche/se queda uno sin cómplices ni tacto/y a ciegas otra vez y para siempre/se introduce en un túnel o destino/que no se sabe dónde acaba”.

Es la vida. Pero del The Players, lo cierto se sabrá el domingo.

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