En princiío, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, acudía a la CEOE para presentar la estrategia de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea para fortalecer la seguridad económica y el liderazgo global. Lo sucedido fue muy diferente.
La intervención de Sánchez, antes de ser abucheado en la
Madrid Fashion Week, irritó a los dirigentes de la CEOE.
En principio, la CEOE, que preside Antonio Garamendi, cedió su sede a La Moncloa para que Sánchez presentara un informe de la presidencia española de la Unión Europea, un análisis sobre seguridad económica, prioritario para la patronal Business Europe, a la que pertenece la CEOE. Garamendi promovió la asistencia de Sánchez para presentar un documento de reindustrialización europea que él apoya.
A destacar -como informó Hechos de Hoy– que hubo plantón de los presidentes de las multinacionales españlas y las grandes empresas del IBEX 35. Pero sí asistieron embajadores de países de la Unión Europea.
De forma insólita, al final de su discurso técnico, Sánchez convirtió el acto en un mitin contra Alberto Núñez Feijóo con dura crítica, y un desafío al Rey Felipe VI por haber propuesto al presidente del Partido Popular como candidato a la investidura.
Sánchez atacó duramente al presidente del PP y presentó el encargo de Felipe VI a Alberto Núñez Feijóo de investidura como “una pérdida de tiempo”.
Sánchez sin embargo ocultó en cuanto a “la pérdida descomunal de tiempo”, que imputó a Feijóo por situar su investidura en los días 26 y 27 de septiembre, que en la actualidad está creciendo sin parar la oposición a la Ley de Amnistía entre dirigentes y barones del PSOE y en el conjunto de la sociedad española.