Los ingredientes
– un kilo y medio de pollo troceado
– 1 vaso de aceite
– 1 cebolla pequeña picada
– 2 dientes de ajo
– 2 o 3 rebanadas de pan del día anterior
– 1 vaso de vino blanco
– 50 gramos de almendras crudas
– 1 cucharadita de canela en polvo
– 2 cucharadas de perejil picado
– 1 plato de harina
– sal y pimienta negra
La preparación
Lavar y secar el pollo y sazonarlo con sal y pimienta. Pasar los trozos por harina y sacudirlos para que caiga el sobrante de harina.
Calentar aceite de oliva en una olla grande y saltear los trozos de pollo hasta que se doren por todas partes. Reservar tapado para que no se enfríe.
Quitar parte del aceite de la olla y freír en el resto las rebanadas de pan y las almendras con cuidado para no quemarlas.
Echar en un mortero y machacar para hacer una pasta del pan y las almendras.
Siempre en la misma olla, rehogar la cebolla muy picadita y el ajo a fuego lento. Cuando comience a dorarse añada los trozos de pollo y remueva bien.
Agregar la mitad del perejil, el vino y la mezcla del mortero previamente disuelta en dos vasos de agua tibia. Remover y espolvorar la canela por encima. Rectificar de sal si fuera necesario.
Mezclar bien todos los ingredientes. Tapar y dejar que se haga todo a fuego primero medio y después lento durante unos 40 minutos.
Espolvorear antes de llevarlo a la mesa con la segunda cucharada de perejil y servir acompañado de arroz blanco.